jueves, 27 de agosto de 2009

FADO LISBOA-COIMBRA 1926-1931: EL FADO EN LOS AÑOS DEL FONÓGRAFO

Por Antón García-Fernández.



Llevaba ya un par de meses sin publicar ningún artículo en Guitarras de Lisboa, debido principalmente a mi reciente matrimonio, que tuvo lugar el pasado 18 de julio en Nashville, pero llega hoy el momento de poner fin a este feliz período de inactividad fadista. Hace unos días recibí con gran alegría la noticia de que la pequeña discográfica portuguesa Tradisom, dedicada, entre otras cosas, a una reedición siempre muy cuidada de añejas grabaciones de fado, acaba de reunir en un CD los primeros registros sonoros realizados por Maria Alice a finales de los años veinte y principios de los treinta. Sobre esta agradable noticia podéis leer este magnífico artículo en portugués aparecido en el blog Soldado do Fado, que analiza el disco de manera pormenorizada. Esta reedición de la Tradisom me ha traído a la mente una recopilación doble del sello francés Frémeaux & Associés, titulada Fado: Lisboa-Coimbra 1926-1931, publicada en 1998, y me ha dado la oportunidad de desempolvarla y volver a escucharla.

Como su título claramente indica, se trata de una colección de grabaciones que se remontan a los albores de la industria fonográfica portuguesa, cuya actividad se encontraba en aquellos años en plena ebullición. Todos ellos son registros de gran importancia para poder comprender la gran riqueza del género ya en los primeros tiempos de su comercialización en forma de disco. Y, de hecho, una de las características más sorprendentes de esta recopilación, que no se centra únicamente en la tradición del fado lisboeta, sino que también vuelve la vista hacia Coimbra, es su marcada variedad estilística. Aquí se dan cita nombres consagrados como los guitarristas Armandinho y Artur Paredes, Alfredo Marceneiro, Maria Alice, Maria Emília Ferreira o Ermelinda Vitória, y otros menos conocidos pero no por ello menos interesantes, como Manuel de Lancastre, el dúo de Maria Mélia y Cardoso Pessoa, João do Carmo o Lucas Junot.

Maria Emília Ferreira, una de las artistas más populares de los años veinte y treinta dentro y fuera de Portugal.

El doble CD atesora, además, algunos cortes verdaderamente singulares, como dos excelentes instrumentales grabados en fecha desconocida por António Martins a la ocarina y titulados “Variações sobre o Fado” y “Fado Foguete de Lágrimas”, que prueban que, instrumentalmente, el fado no se circunscribía únicamente a las guitarras portuguesa y española ya en estos tiempos remotos. En este sentido, el semidesconocido dúo formado por Rico y Álex nos regala incluso dos fados interpretados a la concertina registrados en 1929. La versión de Alberto Ribeiro del clásico “Coimbra”, con acompañamiento de piano y procedente de la película Capas Negras, es otra de las pequeñas joyas de la recopilación.

Estructurado de manera más o menos cronológica, Fado: Lisboa-Coimbra 1926-1931 nos ofrece también la posibilidad de apreciar poco a poco la rápida evolución y transformación del fado en la era del fonógrafo, recogiendo incluso algún que otro tema de corte más folklórico, como el “Oralilolela” de los ya mencionados Mélia y Pessoa, y también una grabación que introduce un coro acompañando al fadista Salvador Freire. Tenemos aquí también las voces de grandes leyendas como el Dr. Edmundo de Bettencourt, José Porfírio, Adelina Fernandes, Madalena de Melo (miembro del excelente Grupo Artístico de Fados junto a Berta Cardoso y los instrumentistas Armandinho, João da Mata y Martinho d’Assunção) y el actor y cantante Estêvão da Silva Amarante, cuyo “Fado do Garoto dos Jornais” es una verdadera delicia.

La voz de barítono del actor Estêvão da Silva Amarante le granjeó un gran éxito no sólo sobre las tablas, sino también en el medio fonográfico.

La recopilación incluye también un libreto interior con un ensayo en francés e inglés sobre el fado que, pese a su evidente falta de profundidad, es un buen punto de inicio para quienes desean acercarse a estas grabaciones por primera vez. Eso sí, las notas biográficas incluidas se centran solamente en algunos de los fadistas que componen la colección, obviando a los menos conocidos, lo cual rebaja el interés del libreto. Sin embargo, no debemos olvidar que es a menudo complicado recabar información sobre esta época en particular de la historia fonográfica del fado, algo que se pone de manifiesto en las muy incompletas notas acerca de los músicos que participaron en estas sesiones y los años en que tuvieron lugar. Todo ello no opaca, empero, el indudable interés de esta recopilación para cualquier aficionado serio al fado: se trata, sin duda, de un excelente punto de inicio para profundizar en la fascinante historia del género.

José Porfírio, fadista de voz excepcional, conjugó su amor por el fado con los oficios de zapatero y chófer.