tag:blogger.com,1999:blog-40680266501756555762024-03-13T02:09:10.070-05:00Guitarras de LisboaUna publicación online en español sobre el fado portugués, su historia, sus estilos, sus intérpretes y sus grabaciones más representativas.Unknownnoreply@blogger.comBlogger16125tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-50708961428672894512011-08-25T22:10:00.014-05:002011-08-25T22:56:03.769-05:00NATALINO DUARTE<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiL3HSL8dC84eHKcR6DvGX7DWAc7MgJgj9E6Hhyo1KDoI_112ddI7reRluie6hvZHfTJRRuWCxEfYtbIRc9Om2qIFKmFrE-7b7n9Gw0UOTY-B6nyoQfkv2Plq_R24bNUIvciJSaqZssZnU/s1600/natalino01.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 219px; height: 220px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiL3HSL8dC84eHKcR6DvGX7DWAc7MgJgj9E6Hhyo1KDoI_112ddI7reRluie6hvZHfTJRRuWCxEfYtbIRc9Om2qIFKmFrE-7b7n9Gw0UOTY-B6nyoQfkv2Plq_R24bNUIvciJSaqZssZnU/s320/natalino01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5644997521343647922" /></a>
<br /><i>Por Antón García-Fernández</i>
<br />
<br />Natalino Duarte es una de esas figuras fadistas que, por desgracia, han caído un tanto en el olvido en la actualidad y que no disfrutan del reconocimiento que merecen a pesar de su innegable calidad artística. Quizá ello tenga que ver un poco con el hecho de que Duarte no se centró únicamente en su carrera como intérprete, sino que prefirió diversificar sus actividades profesionales, aceptando puestos importantes como el de la gerencia artística del Páteo Alfacinha, trabajo que desempeñó con gran eficiencia durante muchos años. Debido a esto, Duarte no se prodigó con tanta asiduidad como otros artistas en los escenarios de las casas de fado y apareció únicamente en un número reducido de programas televisivos, dejando para la posteridad un breve pero muy consistente legado discográfico. Aún así, no cabe duda de que Duarte es uno de los nombres más importantes de la escena fadista de los años 50 y 60, tanto dentro como fuera de los escenarios.
<br />
<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuD3CQpRPhcJqp__hTCwQ0Cc0p51zpYu0CW7vvVH1x0IIQN16rRR3otnRpHizARFA_RXgUhf4b2VQQoumFBBkgbw1L-ZUNJfKN9s_E-N1qYnLh2Z6d3V9-ZnT5i8AsV0Kohn6tVOWVm4/s1600/natalino02.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDuD3CQpRPhcJqp__hTCwQ0Cc0p51zpYu0CW7vvVH1x0IIQN16rRR3otnRpHizARFA_RXgUhf4b2VQQoumFBBkgbw1L-ZUNJfKN9s_E-N1qYnLh2Z6d3V9-ZnT5i8AsV0Kohn6tVOWVm4/s200/natalino02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5645008302655414162" /></a>
<br />Nacido en el Bairro da Liberdade de Lisboa en 1935, Natalino Duarte vino al mundo en el seno de una familia en la cual la música jugaba un papel nada desdeñable: no en vano, su hermano Carlos Duarte destacó también como un <i>violista</i> notable. Natalino se interesó por el fado siendo todavía muy joven, cantando en todo tipo de fiestas, pero su primera gran oportunidad en el medio fadista no llegaría hasta 1957, cuando salió vencedor de un concurso de fados celebrado en el Café Luso, que le abrió las puertas de las mejores casas de fado del momento y pronto lo llevaría a aparecer ante las cámaras de la recién nacida televisión portuguesa. A pesar de que sus conciertos en casas de fado y restaurantes típicos no fueron tan numerosos como los de otros fadistas importantes de la época, Duarte se ganó con rapidez el favor del público. Su rostro de aspecto eternamente juvenil escondía una magnífica voz con la que Duarte interpretaba con gran calidez los fados más melancólicos y que sonaba punzante en aquellos temas más vivaces y enérgicos.
<br />
<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkB2GUkHPPSVHEcLAN0RV0RMcbkak7lY6ewIwv8KdCDJO0Zdsfzi0QlFUTo_mij6MOZ7eZ28f-3EzgnDayNKOyEwet8Smgv_by5zcCR-EECOGp0x1OArJCz7VCfo9gEGmSGQP98cE5Z2U/s1600/natalino04.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 193px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkB2GUkHPPSVHEcLAN0RV0RMcbkak7lY6ewIwv8KdCDJO0Zdsfzi0QlFUTo_mij6MOZ7eZ28f-3EzgnDayNKOyEwet8Smgv_by5zcCR-EECOGp0x1OArJCz7VCfo9gEGmSGQP98cE5Z2U/s400/natalino04.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5644998415523284898" /></a>
<br />A lo largo de una carrera marcada por un lado por la falta de excesiva ambición personal y por otro por una enorme meticulosidad en el plano musical, Duarte siempre estuvo acompañado por músicos excelentes como António Parreira y Manuel Mendes a la guitarra portuguesa y Raúl Silva y Carlos Duarte a la guitarra, compartiendo cartel con grandes nombres del fado como Maria Teresa de Noronha, Filipe Duarte y Maria Valejo. Pese a la popularidad de que disfrutó en sus años de mayor éxito, Natalino Duarte grabó muy pocos discos, la mayor parte de los cuales no han sido reeditados en la era digital. De hecho, la recopilación publicada por Movieplay dentro de la serie <i>Fados do Fado</i> en 1998 es el único disco de Natalino Duarte disponible en formato CD. Dicha compilación recoge una serie de temas grabados para los sellos Alvorada y Marfer entre 1965 y 1968, dejando constancia de la gran sensibilidad para el fado que Duarte poseía y haciéndonos desear que su actividad discográfica hubiese sido más extensa. Entre los temas incluidos en esta reedición se encuentran algunas verdaderas joyas: su versión vivaracha del clásico de Júlio Proença y Albino Paiva “Eu gosto daquela feia”, una interpretación del conocido fado “Coimbra” con el acompañamiento del Conjunto de Guitarras de Raúl Nery, la divertida e ingeniosa “Morena lá do canto”, la filosófica y reflexiva “Degraus da vida” y, por supuesto, “Lenda da fonte”, el fado de Domingos Silva que constituyó el mayor éxito de la carrera de Duarte.
<br />
<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimgmPm0Kk-7ZcHIHDNSTdjSbMddUcjUjhBnOQEbhKDMEu5vQL9HC6srecEpNbFiOPQhq5gtXDtcaeoH-SAVOt8Bbhxg1HLR5RurUgx-gYnVOfS-REHG-TOY8zPkJ-I6ZdjD1VAwv1J9L8/s1600/natalino05.jpeg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 237px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimgmPm0Kk-7ZcHIHDNSTdjSbMddUcjUjhBnOQEbhKDMEu5vQL9HC6srecEpNbFiOPQhq5gtXDtcaeoH-SAVOt8Bbhxg1HLR5RurUgx-gYnVOfS-REHG-TOY8zPkJ-I6ZdjD1VAwv1J9L8/s320/natalino05.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5644998718744761938" /></a>
<br />En 1999, el Páteo Alfacinha le rindió un merecido homenaje organizando una fiesta en su honor que reunió a un sinfín de artistas, entre los cuales se encontraban Carlos do Carmo, Argentina Santos, Camané, Fernando Maurício, Ada de Castro, Lenita Gentil, Filipe Duarte, Jorge Fernando y Maria da Fé. Visiblemente emocionado, Natalino Duarte valoró dicho homenaje con unas palabras que dejan entrever la modestia que le caracterizaba: “Se trata de una culminación hermosa para mi carrera, de la cual son testigos mis amigos de siempre, mis compañeros de lucha en esta vida” (1). Poco después de este homenaje, Duarte se retiró oficialmente del medio artístico, falleciendo en Lisboa en febrero de 2002. Como podemos escuchar en los escasos discos que nos dejó, Duarte es uno de esos fadistas que hacen que lo difícil parezca fácil, un intérprete dueño de una voz muy personal capaz de evocar los diferentes sentimientos presentes en las letras de los fados que canta: melancólica si la ocasión así lo precisa y llena de una energía desbordante si el poema y la melodía así lo requieren. Sin duda, Natalino Duarte es todo un maestro del fado que vale la pena redescubrir.
<br />
<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbFKVDcNSDiF3Ri8yp1XEt5XD_IARg0IU0LxFG-HwABoH88rOD74gDJ8xwtNkeORvJ4LYKuNv6r-8L3Rc6A-Dl5G10H1E17FT3dGQH6xdWaFnOL8LGOUaeOci_J2xCWndWdYo2HlV2aJo/s1600/natalino03.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 316px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbFKVDcNSDiF3Ri8yp1XEt5XD_IARg0IU0LxFG-HwABoH88rOD74gDJ8xwtNkeORvJ4LYKuNv6r-8L3Rc6A-Dl5G10H1E17FT3dGQH6xdWaFnOL8LGOUaeOci_J2xCWndWdYo2HlV2aJo/s320/natalino03.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5644999088362180242" /></a>
<br />
<br /><b>Notas</b>
<br />
<br />(1) “Natalino Duarte, uma vida a cantar, recebeu a sua homenagem no Páteo Alfacinha”. <i>A Voz de Torcena</i>. 13 de agosto de 1999. Agradezco a mi amiga Ofélia Pereira el envío de este artículo periodístico sobre el homenaje a Natalino Duarte celebrado en el Páteo Alfacinha en 1999.
<br />
<br /><b>Enlaces</b>
<br />
<br />Para más información en portugués sobre Natalino Duarte, visitad los siguientes dos enlaces, que contienen una breve biografía y vídeos con su música:
<br />
<br /><a href="http://fadocravo.blogspot.com/2009/02/natalino-duarte-porque-gosto-do-fado.html">Fadocravo – Natalino Duarte</a>
<br />
<br /><a href="http://lisboanoguiness.blogs.sapo.pt/95134.html">Lisboa no Guinness – Natalino Duarte</a>
<br />
<br /><b>Vídeos</b>
<br />
<br />LENDA DA FONTE (editado por fadomeu en YouTube)
<br />
<br /><iframe width="400" height="350" src="http://www.youtube.com/embed/vnuBsGNSay0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
<br />
<br />EU GOSTO DAQUELA FEIA (editado por 53Amorim en YouTube)
<br />
<br /><iframe width="400" height="350" src="http://www.youtube.com/embed/gYmSCblVXBc" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
<br />
<br />DEGRAUS DA VIDA (editado por 53Amorim en YouTube)
<br />
<br /><iframe width="400" height="350" src="http://www.youtube.com/embed/yfQ7aFboVs4" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
<br />
<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjngSdhF3ksChpsltgtWpBk5w9zkGRiqdVDeLmoMmVj8ca8RtHiMYpYeqKImIHf_ekZx7tgv_iPa7zNc-mj2O94eb1zaPycOOjeuxhtqTyBvjsEDoy_oJETi8okEgqY46Os4HI4V_yCr-g/s1600/CartazNatalinoDuarte.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 224px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjngSdhF3ksChpsltgtWpBk5w9zkGRiqdVDeLmoMmVj8ca8RtHiMYpYeqKImIHf_ekZx7tgv_iPa7zNc-mj2O94eb1zaPycOOjeuxhtqTyBvjsEDoy_oJETi8okEgqY46Os4HI4V_yCr-g/s320/CartazNatalinoDuarte.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5645001733970145234" /></a><i>Cartel que anuncia una aparición de Natalino Duarte en el Clube Recreativo Bobadalense en diciembre de 1963 junto a Joaquim Cordeiro, Esmeralda Amoedo y Alfredo Duarte Jr., entre otros. (Por cortesía de Ofélia Pereira)</i>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-35541077186794941822011-06-29T13:48:00.013-05:002011-08-25T22:39:49.510-05:00SESIONES DE FADO EN MADRID: LAS HISTÓRICAS GRABACIONES DE ERCÍLIA COSTA CON ARMANDINHO EN 1930<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1vXQH5csIc-uBaPjo5ncA5NbshwKuv94DuoOJZdeNhbOBjCVdU5c3ccJPBUJMqL2USEShnpggkCztmaYT5Zva_0rxsirbaJd7w7ZlnZI_i9u4brj8kWnlTKIPv-OtearOw_Kjheo9MDA/s1600/ercilia01.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 250px; height: 301px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1vXQH5csIc-uBaPjo5ncA5NbshwKuv94DuoOJZdeNhbOBjCVdU5c3ccJPBUJMqL2USEShnpggkCztmaYT5Zva_0rxsirbaJd7w7ZlnZI_i9u4brj8kWnlTKIPv-OtearOw_Kjheo9MDA/s320/ercilia01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5623717403071681474" /></a>
<br /><i>Por Antón García-Fernández</i>
<br />
<br />Cierto día del año 1930 llegó a Madrid un contingente fadista procedente de Lisboa y compuesto por los cantantes Joaquim Campos, Berta Cardoso, Cecília d’Almeida y Ercília Costa, todos ellos rutilantes estrellas de famoso Café Luso. Junto a ellos viajaban Armandinho y João Fernandes, dos nombres legendarios de la guitarra portuguesa, así como el <i>violista</i> Georgino de Sousa, y el objetivo de su viaje a la capital española era participar en una serie de sesiones de grabación para el sello Odeon. Dichas grabaciones constituyeron un notable éxito artístico y de ventas tras ser sacadas a la luz pocos meses después, pero desde entonces, la mayor parte de ellas han sido relegadas al olvido. Por fortuna, la discográfica Tradisom ha reeditado en formato CD algunas de ellas, rescatándolas así de la oscuridad en la que se hallaban sumidas y presentándolas a toda una nueva generación de aficionados al fado. Nos ocuparemos en esta reseña de los registros contenidos en el sexto volumen de la serie <i>Arquivos do Fado</i>, publicado en 1996 y dedicado a fados interpretados en esas históricas sesiones madrileñas por la cantadeira Ercília Costa, a quien se unen Berta Cardoso, Joaquim Campos y el Dr. António Menano en algunas de las piezas.
<br />
<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibhdbFFo5E_600l3yKcK4psUtPeF5u_SsLA92Dyh7ks2EOp6H1yynCLsKdbU4DammZkMgqHY9QNm26zJHquwthK9paMPJprRWnUoy24SUdSsYiusZYrSdYuxaHQcE4ffhSblj9BtnZzz8/s1600/erciliacd.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 170px; height: 170px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibhdbFFo5E_600l3yKcK4psUtPeF5u_SsLA92Dyh7ks2EOp6H1yynCLsKdbU4DammZkMgqHY9QNm26zJHquwthK9paMPJprRWnUoy24SUdSsYiusZYrSdYuxaHQcE4ffhSblj9BtnZzz8/s400/erciliacd.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5623717580975315826" /></a>
<br />Por las fechas en que tuvieron lugar las sesiones de las que se extrae el material que compone esta recopilación, Ercília Costa gozaba ya de una notable popularidad en el medio fadista de Lisboa, habiendo aparecido en locales importantes como el Retiro Ferro de Engomar o el ya mencionado Café Luso. Su manera de cantar, con una expresión seria en su rostro y las manos entrelazadas como si estuviese rezando, le habían granjeado el sobrenombre de “Santa del Fado” y ya había grabado un par de discos para compañías como Columbia y Brunswick. Nacida en 1902 en la Costa da Caparica, una pequeña población de pescadores, Ercília siempre mostró interés por la música, una actividad que le ayudaba a sobrellevar los quehaceres diarios y que pronto se convertiría en el centro de su vida. Poseedora de una belleza un tanto melancólica, Ercília demostró tener también un nada despreciable talento dramático que le abrió las puertas del teatro de revista portugués e incluso del cine. Viajó en varias ocasiones a Brasil, donde fue recibida con enorme calidez por el público: en 1936, una gira que realizó por tierras brasileñas obtuvo un éxito rotundo, lo cual acabaría por otorgar a su carrera una dimensión internacional poco común en aquellos primeros años del fado como negocio musical. Ercília cantó en París en 1937, y dos años después viajó a Nueva York para actuar junto a Carlos Ramos en el pabellón portugués de la Feria Mundial que allí se celebraba. Aprovechó su visita a Estados Unidos para atravesar el país y conocer Hollywood, y aunque parece que no llegó a participar en ninguna película, su voz cautivó a estrellas del cine y de la música como Cary Grant y Bing Crosby.
<br />
<br />Durante la Segunda Guerra Mundial, Ercília continuó su actividad artística con gran éxito en Lisboa, cantando de manera regular en el Café Luso y compartiendo allí escenario con los nombres más destacados del fado del momento, como Berta Cardoso, Alfredo Marceneiro, Joaquim Campos, Carlos Ramos y una jovencísima Amália Rodrigues. Es una verdadera lástima que no hayan sobrevivido (o al menos eso parece) registros sonoros de sus actuaciones en las casas de fado lisboetas, que a buen seguro nos permitirían comprobar el entusiasmo que sus apariciones en público suscitaban. Por el contrario, sí hay constancia de dos discos que grabó en Brasil durante una de sus visitas a dicho país una vez terminada la guerra. Pese a su amor por el fado y la atracción despertada por los escenarios, Ercília se retiró de la profesión artística en 1954, dedicándose por entero a su vida matrimonial y viviendo tranquilamente en su casa en la capital portuguesa. Si bien regrabó sus fados más famosos en 1972, jamás volvería a actuar de manera regular, falleciendo en 1986 en Lisboa, totalmente alejada ya de los teatros y las casas de fado.
<br />
<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIzyMvBjDa0y-yAWFtRtK2AiCYw0tg6nM06HuTRb4LDBMwYrPNO-jy_GYdaozcgsLN9frvvQ2HnWOquEXuK71_JooaZx5ayNQXtnXfgIo7qIsutXnl1PlwfAEPdNnBerSNa28rrdSws6Q/s1600/ercilia02.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 274px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIzyMvBjDa0y-yAWFtRtK2AiCYw0tg6nM06HuTRb4LDBMwYrPNO-jy_GYdaozcgsLN9frvvQ2HnWOquEXuK71_JooaZx5ayNQXtnXfgIo7qIsutXnl1PlwfAEPdNnBerSNa28rrdSws6Q/s320/ercilia02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5623733683842668322" /></a>
<br />Las 19 grabaciones contenidas en el CD de la serie <i>Arquivos do Fado</i>, todas ellas procedentes de las sesiones realizadas en Madrid en 1930, ilustran a la perfección las acertadas palabras que A. Victor Machado dedicó a Ercília en su libro <i>Ídolos do Fado</i>: “El fado tiene en Ercília Costa una de sus intérpretes más legítimas y fieles. . . . Ercília canta admirablemente todos los fados, dotándolos de un profundo sentimiento, escogiendo para cantar los versos más simples de la poesía popular, de esa poesía que ella sabe sentir y refleja como un espejo el alma del pueblo” (84-85). En efecto, la voz clara y melodiosa de Ercília desgrana con profundo sentimiento la alegría inherente en la letra de “O meu filho” y la tristeza presente en las estrofas de “Desilusão”, que describen el dolor de quien se ve obligado a abandonar su tierra natal. Pero tanto si se trata de alegría como de tristeza, Ercília transmite dicho sentimiento de una manera contenida, subrayando sutilmente aquellos versos y aquellas palabras que mejor expresan el mensaje y el tono de la canción.
<br />
<br />En la recopilación encontramos el registro original en 78rpm del que se convirtió en el mayor éxito de la <i>cantadeira</i>, el “Fado de Lisboa”, que otros intérpretes grabaron bajo el título de “Lisboa, casta princesa” (1) en referencia al verso introductorio de la letra de A. Leal y R. Ferrão, poética personificación de Lisboa como una altiva dama: “Lisboa tão linda és / Que tens de rastos aos pés / A majestade do Tejo” (2). Otro de los cortes destacados es una versión del “Fado dois tons”, en la que, sobre la música de Alberto Costa Lima, Ercília canta una curiosa letra que trata de explicar los orígenes del fado remontándose al Génesis bíblico:
<br />
<br />Foi quando Deus fez os sóis
<br />As ilusões, as tristezas
<br />Que entristeceu e depois
<br />Fez as canções portuguesas
<br />
<br />Quando Deus criou as rosas
<br />Num paraíso encantado
<br />Caiu uma e desfolhou-se
<br />E dela nasceu o fado. (3)
<br />
<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTX69h3iqgYHRXVvI_9QYdqf7aEe1icZgY7uDvZ3YdkIeYnfYOGik3sn0CC1Hw_uxSVlJXytno05PaQtJC7fc6X0miTKiPENjN11SfMupjC5JUNNYuCz-_VFoTC0P3mbMcvnecGOre8K0/s1600/ercilia03.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 162px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTX69h3iqgYHRXVvI_9QYdqf7aEe1icZgY7uDvZ3YdkIeYnfYOGik3sn0CC1Hw_uxSVlJXytno05PaQtJC7fc6X0miTKiPENjN11SfMupjC5JUNNYuCz-_VFoTC0P3mbMcvnecGOre8K0/s200/ercilia03.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5623729645761086594" /></a>
<br />Varios de los temas incluidos en la compilación se han convertido en clásicos del fado, como por ejemplo, la excelente interpretación del “Fado de Mouraria”, en el que Berta Cardoso y Joaquim Campos se unen a Ercília, creando una de las más magistrales versiones de esta pieza jamás preservadas en disco. El Dr. António Menano hace también su aparición en uno de los cortes, cantando junto con Ercília y Joaquim Campos el fado “A Desgarrada”, en el que cada uno de ellos interpreta dos estrofas respectivamente, acompañados por la guitarra portuguesa de Armandinho y la <i>viola</i> de Georgino de Sousa. Es precisamente este tema el que cierra un disco que deja constancia sonora de un capítulo de gran importancia en la historia del fado, en el cual el protagonismo vocal corresponde a Ercília Costa, quien, junto con Berta Cardoso y Adelina Fernandes, entre otras, fue una de las primeras cantadeiras cuya carrera en el fado traspasó las fronteras del mundo lusoparlante y adquirió proyección internacional. Y gracias a esta imprescindible reedición del sello Tradisom podemos hoy disfrutar de estas grabaciones históricas con la calidad de sonido que merecen y con unas notas a cargo de Paul Vernon, presentadas tanto en portugués como en inglés, que arrojan luz sobre la vida y la carrera de una de las voces femeninas más cautivadoras que el fado ha conocido.
<br />
<br /><b>Notas</b>
<br />
<br />(1) Una versión de este fado a cargo de Mariana Silva puede escucharse en el blog de Ofélia Pereira, <i>Fadocravo</i>, en el siguiente <a href="http://fadocravo.blogspot.com/2005/11/lisboa-casta-princesa.html"><b>enlace</b></a>.
<br />
<br />(2) “Lisboa, tan hermosa eres / Que tienes postrada a tus pies / La majestad del Tajo”.
<br />
<br />(3) “Cuando Dios hizo las estrellas / Las ilusiones y las tristezas / Se entristeció y entonces / Hizo las canciones portuguesas. / Cuando Dios creó las rosas / En un paraíso encantado / Una cayó y se deshojó / Y de ella nació el fado”.
<br />
<br /><b>Vídeos</b>
<br />
<br />ERCÍLIA COSTA – FADO DE LISBOA (editado en YouTube por Arhandjel88)
<br />
<br /><iframe width="400" height="350" src="http://www.youtube.com/embed/zk-xpTvhqEI" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
<br />
<br />ERCÍLIA COSTA, JOAQUIM CAMPOS Y DR. ANTÓNIO MENANO – A DESGARRADA (editado en YouTube por Ti Maria Benta, quien dirige el muy recomendable blog <a href="http://soldadodofado.blogspot.com"><b><i>Soldado do Fado</i></b></a>)
<br />
<br /><iframe width="400" height="350" src="http://www.youtube.com/embed/hY1LlheMpi0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-85017476857423823742011-06-26T11:22:00.022-05:002011-06-29T09:01:14.625-05:00DOS DISCOS DE LA SERIE BIOGRAFIAS DO FADO: ALFREDO MARCENEIRO Y CARLOS RAMOS<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNdFuuDEXc3eiWjsUBRK9EhUlrVwtkekJf827EYpl6ZRs4i1-g2z6oAG-bCtivyy5XWuAQxVA_ka0tHIV4S9Gg34HeQ7m46yrLp9VDyEUUtZfFh5tS5PUO3Dzpt20s9i5y61LCB29_83s/s1600/Biografias01.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 224px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNdFuuDEXc3eiWjsUBRK9EhUlrVwtkekJf827EYpl6ZRs4i1-g2z6oAG-bCtivyy5XWuAQxVA_ka0tHIV4S9Gg34HeQ7m46yrLp9VDyEUUtZfFh5tS5PUO3Dzpt20s9i5y61LCB29_83s/s400/Biografias01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5622569952123227938" /></a><br />Por Antón García-Fernández<br /><br /><i>En el año 1997, el sello EMI-Valentim de Carvalho publicó, bajo el título general de</i> Biografias do Fado<i>, una serie de recopilaciones dedicadas a algunas de las más grandes figuras de la historia del fado. Supervisados por el guitarrista José Pracana y con detalladas notas a cargo de Daniel Gouveia, estos discos son un ejemplo primoroso de reedición de antiguas grabaciones fadistas, con una muy buena calidad de sonido y la siempre encomiable intención de servir como biografías sonoras de la carrera del artista en cuestión. Desgraciadamente, la serie se encuentra ya descatalogada en la actualidad y no es fácil encontrar los varios volúmenes que la componen. En la presente reseña comentaré dos de estos discos—los dedicados a Alfredo Marceneiro y a Carlos Ramos—y próximamente publicaré una segunda reseña en la que me ocuparé de los discos dedicados a Fernando Farinha y a Max. Son éstos los únicos cuatro compactos de la serie que poseo en estos momentos, pero además de éstos, fueron editados también otros volúmenes que recogen grabaciones de Hermínia Silva, Lucília do Carmo, Maria Teresa de Noronha, Carlos Guedes de Amorim, Vicente da Câmara y Tony de Matos que espero, si la fortuna me lo permite, conseguir en el futuro.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjasCSH9Qq9QGz8KRdMpO1uAwowZwKurQx5Uhls4aLu3-DF5TLMfbyfR8T7BS3Flg7n2xszWdZM_1h7So6wW87JxzUoPq-fQjU7399vEY6gcVOi91Uk3wnLu3Q_v551xX9-x701UyAPeOA/s1600/BiografiasMarceneiro.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 196px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjasCSH9Qq9QGz8KRdMpO1uAwowZwKurQx5Uhls4aLu3-DF5TLMfbyfR8T7BS3Flg7n2xszWdZM_1h7So6wW87JxzUoPq-fQjU7399vEY6gcVOi91Uk3wnLu3Q_v551xX9-x701UyAPeOA/s200/BiografiasMarceneiro.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5622594432746189138" /></a><br /><b>Alfredo Marceneiro</b><br /><br />Ya he escrito una semblanza de la vida y obra de Alfredo Duarte Marceneiro, fadista legendario donde los haya, en este blog, que puede leerse en el siguiente <a href="http://guitarrasdelisboa.blogspot.com/2009/06/alfredo-marceneiro.html">enlace</a>, y pese a que las reediciones de su música no son muy numerosas, el volumen dedicado a él dentro de la serie <i>Biografias do Fado</i> es una introducción perfecta a su legado discográfico. El CD se inicia con dos grabaciones poco conocidas: la primera de ellas, “Olhos fatais”, extraída de un disco de 78rpm grabado en la década de los años 30, nos presenta a Marceneiro en una época temprana de su carrera discográfica, pero gran parte de los elementos típicos de su estilo ya están presentes en ella, incluso su tendencia a recitar algunos de los versos finales de la letra antes de terminar entonando el último. La letra de la segunda, “Louco”, se debe al gran poeta Henrique Rêgo, y uno de sus cuartetos, el que dice “O lenço que me ofertaste / Tinha um coração no meio / Quando ao nosso amor faltaste / Eu fui-me ao lenço e rasguei-o” (1), serviría posteriormente como mote para el tema “O lenço”, que también se encuentra en esta recopilación.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2OphSKmDZLkct7CusVJ2r4RAhAHlMlyWG_87ycSkd5EyF8DAy_xMuN4ZSyTEyWH74uAmod5opbWJ9GHXcUDGygRMDhvOHMxn7wD0UJGZfMJ41VMTewYDjkslMjoPYdI0XmSsurv2H8gU/s1600/alfredomarceneiro.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2OphSKmDZLkct7CusVJ2r4RAhAHlMlyWG_87ycSkd5EyF8DAy_xMuN4ZSyTEyWH74uAmod5opbWJ9GHXcUDGygRMDhvOHMxn7wD0UJGZfMJ41VMTewYDjkslMjoPYdI0XmSsurv2H8gU/s200/alfredomarceneiro.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5622600420552363570" /></a><br />El disco incluye también una interpretación a dúo con Fernanda Maria del clásico “Bairros de Lisboa”, con letra de Carlos Conde, que data de 1959, además de varios de los títulos que siempre estarán ligados a la voz de Marceneiro, como “Lembro-me de ti”, “A casa da Mariquinhas”, “A minha freguesia”, “Há festa na Mouraria” o el “Fado balada”, entre otros. Se echa de menos, eso sí, la pieza “O Marceneiro”, que incluye la famosa definición de este fadista como “marceneiro no fado e no ofício” (2), pero en su lugar hallamos un par de temas grabados en directo en 1972 en la casa de fado O Arreda, en Cascais. Alfredo Marceneiro era un artista que entendía el fado como una forma de expresión musical que adquiría su plena expresividad al ser interpretada ante el público, por lo cual estas grabaciones en vivo poseen una importancia capital para comprender el universo musical de este fadista, que a sus 81 años no había perdido ni un ápice de su frescura y emotividad.<br /><br />A lo largo de las 18 grabaciones que conforman el disco, Marceneiro está acompañado por músicos de la talla de Francisco Carvalhinho, Ilídio dos Santos o José Pracana a la guitarra portuguesa, y Martinho d’Assunção, Orlando Silva o José Inácio a la <i>viola</i>, que embellecen con su elegante acompañamiento unas grabaciones de cabecera para todo amante del fado de calidad.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidtXhnlVGB2juPuirKMZtS4hyI8dytB8MsOFnvGdBkifEzY7ogqHqcWkPdshyphenhyphenZV9AW9osdp45I7Qw-_A2bSfsA8kqcEYnAlw11yb0wn7YICoFFMpsEGbfsnC4BywU1uHIXZsl_RS2mRbk/s1600/Biografias03.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 250px; height: 250px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidtXhnlVGB2juPuirKMZtS4hyI8dytB8MsOFnvGdBkifEzY7ogqHqcWkPdshyphenhyphenZV9AW9osdp45I7Qw-_A2bSfsA8kqcEYnAlw11yb0wn7YICoFFMpsEGbfsnC4BywU1uHIXZsl_RS2mRbk/s400/Biografias03.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5622570938876521522" /></a><br /><b>Carlos Ramos</b><br /><br />Con su voz cálida y un tanto ronca que a veces parece hablar más que cantar y que invariablemente evoca una casa de fado a media luz, Carlos Ramos solía cantar acompañándose a sí mismo a la guitarra portuguesa. De hecho, inició su carrera como instrumentista y sólo se decidió a cantar posteriormente, dedicándose entonces más al <i>fado-canção</i> que al fado tradicional, si bien grabó con éxito algunos temas de corte más tradicional como “Saudade”, “Teus olhos são passarinhos” o “Senhora do monte”, todos ellos incluidos en esta excelente recopilación. La popularidad de Ramos coincidió con los primeros pasos de la television en Portugal, y su prematura muerte en 1969 puso fin a la carrera estelar de un hombre sencillo cuyo estilo intimista y muy personal le aseguró un lugar entre los más importantes fadistas de Lisboa.<br /><br />Su preferencia por el fado menos tradicional, compuesto específicamente para un intérprete determinado y con menor libertad para la improvisación, es evidente en este volumen de <i>Biografias do Fado</i>. Sin embargo, la mayor parte de las piezas grabadas por Ramos se han convertido en clásicos del género: es el caso de “Não venhas tarde”, “O fado de ser fadista” o “Canto o fado”, esta última escrita por João Nobre para un espectáculo de revista a la portuguesa. El clásico “Vielas de Alfama”, tema por siempre ligado al fadista Max que contiene una hermosa letra a cargo de Artur Ribeiro, funciona a la perfección en el tratamiento intimista de Ramos, que en las acertadas palabras de Daniel Gouveia en las notas del CD, solía “hablar cantando o cantaba hablando”.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVWKg8BDUmucF3N8-BgTOFghuydrB5XqRU3yRhhyphenhyphenEfWSlWXj_Php8sm6DSnNbi48w5vxGT9Gqq4rtYw1wy-UPLUt5qpsP7qg5EOD0KgUIlHgPFp0xR0wLZVJgFrsUxrEApWrZWbvLgC1A/s1600/carlosramos.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 250px; height: 206px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVWKg8BDUmucF3N8-BgTOFghuydrB5XqRU3yRhhyphenhyphenEfWSlWXj_Php8sm6DSnNbi48w5vxGT9Gqq4rtYw1wy-UPLUt5qpsP7qg5EOD0KgUIlHgPFp0xR0wLZVJgFrsUxrEApWrZWbvLgC1A/s400/carlosramos.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5622571210733047650" /></a><br />Esto se pone de manifiesto especialmente en esas dos verdaderas joyas, también de la prolífica pluma de Artur Ribeiro, que son “Adeus Mouraria” y “Maria da Graça” que, pese a no haber sido recibidas con demasiado entusiasmo cuando fueron editadas originalmente, merecen mayor atención de la que han obtenido. Este volumen de la serie <i>Biografias do Fado</i>, en el que brillan también las guitarras de Raúl Nery, Francisco Carvalhinho o Jaime Santos y las violas de Martinho d’Assunção o Santos Moreira, es, sin duda, el lugar perfecto para quienes deseen entrar en contacto con la obra de uno de los más grandes—y en ocasiones más infravalorados—fadistas de la historia.<br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) “El pañuelo que me regalaste / Tenía un corazón en el medio / Cuando a nuestro amor faltaste / Yo cogí el pañuelo y lo rasgué”.<br /><br />(2) “Carpintero en el fado y de profesión”. Recordemos que “marceneiro” significa “carpintero” en portugués, y así, el nombre artístico de Alfredo Duarte hace referencia a la profesión que desempeñaba antes de decidir dedicarse por entero a su carrera como fadista.<br /><br /><b>Enlaces</b><br /><br />Para más información sobre Alfredo Marceneiro, visitad el blog <a href="http://alfredomarceneiro.blogs.sapo.pt"><i>Alfredo Marceneiro é só fado</i></a>, dirigido por Vítor Marceneiro, el nieto del fadista.<br /><br />En el blog <i>Fadocravo</i>, confeccionado por mi amiga Ofélia Pereira, podéis encontrar más información sobre Carlos Ramos y escuchar su interpretación del fado <a href="http://fadocravo.blogspot.com/2007/05/carlos-ramos-orao-nazar.html">“Oração à Nazaré”</a>.<br /><br /><b>Vídeos</b><br /><br />ALFREDO MARCENEIRO – “AMOR ZAGAL” (editado por party094712 en YouTube)<br /><br /><iframe width="400" height="350" src="http://www.youtube.com/embed/1VgXeRopdU0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><br />CARLOS RAMOS – “NÃO VENHAS TARDE” (editado por GalaicoBorges en YouTube)<br /><br /><iframe width="400" height="350" src="http://www.youtube.com/embed/t1W-mJi9d2c" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-27179271573818388922010-12-09T11:06:00.011-06:002010-12-12T14:06:15.104-06:00Biblioteca Básica del Fado (II): ÍDOLOS DO FADO, de A. Victor Machado<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitiPQ1fXLfcI9GNvw3OLEyx4TjNwruqScrqx1GFud-vj8pELe1KW1DPRUUJLzUh_Q9TTl6KZXRjvHbJ91omN8_JeKOBR5SF6ZjOioBBeGnDRMWE1lOdOsm33O0_BDW_zsuW0CUFHzDVsI/s1600/idolosportada.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 260px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitiPQ1fXLfcI9GNvw3OLEyx4TjNwruqScrqx1GFud-vj8pELe1KW1DPRUUJLzUh_Q9TTl6KZXRjvHbJ91omN8_JeKOBR5SF6ZjOioBBeGnDRMWE1lOdOsm33O0_BDW_zsuW0CUFHzDVsI/s400/idolosportada.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548732701075868610" /></a><br /><br />Publicado originalmente en 1937, <i>Ídolos do Fado</i> es la obra cumbre del escritor y periodista A. Victor Machado y todavía es considerada hoy en día como uno de los libros de referencia que no deben faltar en ninguna bibliografía fadista que se precie. Eso sí, el volumen es, sin duda, producto de una época muy definida: a lo largo de la década de los años 30, los primeros momentos del regimen salazarista, los intelectuales portugueses se hallaban claramente divididos en sus opiniones críticas sobre el fado. Por un lado, había quienes lo consideraban un subproducto cultural, negándole cualquier validez artística y llegando a echarle la culpa–de manera ciertamente irracional–de todos los males por los que la sociedad portuguesa estaba atravesando. Por otro lado, había quienes veían el fado como posible vehículo didáctico del que podría hacerse un uso dirigido a educar a las masas. Se trataba de un debate que se remontaba a los primeros años del siglo XX, pero que a mediados de los años 30 estaba alcanzando su punto álgido, coincidiendo con la publicación de una serie de textos que apoyaban una u otra concepción del fado.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4G5pAKIVX5tnbdjh7b2iP-8lLR-COu3BjwqGYQdy9N3QVy82e8fGWKdplRSkGHW_n8hwi3NgSRT6Soc79X-E6DmqOMAYh0uVX1hY3RBcYcdYl2VBEkTlZWkK1i1PsZzAVdv0dKj7Y64U/s1600/idolosdofadomachado.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 103px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4G5pAKIVX5tnbdjh7b2iP-8lLR-COu3BjwqGYQdy9N3QVy82e8fGWKdplRSkGHW_n8hwi3NgSRT6Soc79X-E6DmqOMAYh0uVX1hY3RBcYcdYl2VBEkTlZWkK1i1PsZzAVdv0dKj7Y64U/s320/idolosdofadomachado.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548733310458439394" /></a><i>Fotografía de A. Victor Machado, autor de</i> Ídolos do Fado<i> (Fuente: Ofélia Pereira).</i><br /><br />Así, en 1936, Luís Moita sacó a la luz <i>Fado, Canção de Vencidos</i>, un libro que recoge una serie de conferencias divulgadas a través de la Emissora Nacional en las cuales, como podemos suponer según el título del libro, ataca duramente al fado y a sus intérpretes minimizando de forma constante la cualidades artísticas y poéticas del género. Obviamente, Machado concibió su <i>Ídolos do Fado</i> como una respuesta a la obra de Moita: en sus páginas, Machado trata de rebatir las diatribas antifadistas de Moita, y si bien sus argumentos son a veces tan hiperbólicos como los de su adversario, el libro de Machado constituye una de las defensas del fado y de su belleza lirica más enérgicas y genuinas jamás escritas. Además, a Machado no le interesa simplemente exaltar las virtudes de este estilo musical, sino que dedica gran parte de la obra a relatar brevemente las biografías de algunos de los fadistas más populares de su tiempo, para lo cual llevó a cabo multitud de entrevistas con cantantes e instrumentistas. No contento con ello, incluyó al final de cada perfil biográfico la letra de un poema procedente del repertorio de cada fadista e ilustró el libro con una cantidad importante de fotografías. Así pues, la obra es tambien una mina de información sobre la vida y obra de muchos fadistas clásicos sobre quienes suele ser complicado encontrar datos fidedignos. Para el propósito de la presente reseña, me centraré principalmente en los tres primeros capítulos de <i>Ídolos do Fado</i>, en los cuales se resume la posición crítica de Machado en relación a la dicotomía acerca del fado imperante en el contexto histórico que produjo el texto que nos ocupa.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-N_VFHr-FW2QtZevCQrKFiiDlxMXqD5Yo0IBJjQzcgvevAMO6T26nj8e5Ss3ylY8dMUu6sb0iIZKZm7HK7EvFBWK3R5Ay-4lk4v9IUrbg42rG294XP-qnu_gnt4g5OfPdGBbK-zpl17E/s1600/cancaodosul.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 230px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-N_VFHr-FW2QtZevCQrKFiiDlxMXqD5Yo0IBJjQzcgvevAMO6T26nj8e5Ss3ylY8dMUu6sb0iIZKZm7HK7EvFBWK3R5Ay-4lk4v9IUrbg42rG294XP-qnu_gnt4g5OfPdGBbK-zpl17E/s400/cancaodosul.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548733640432578258" /></a><i>Portada de la publicación fadista</i> Canção do Sul<i> en la que aparece la actriz y </i>cantadeira<i> Berta Cardoso.</i><br /><br />Bajo el título de “Vencidos… não”, una evidente alusión a la obra de Moita, el primer capítulo se inicia con una defensa a ultranza del fado que clarifica el tono que el lector puede esperar en las páginas siguientes: “Que dejen en paz al fado quienes no lo sienten, no lo comprenden o no lo quieren comprender” (11), solicita encarecidamente Machado antes de pasar a explicar que quienes rechazan el fado lo hacen porque no se molestan en intentar entenderlo. Citando textos de autores como Fontes Martins y Júlio Dantas, Machado se esfuerza por disociar el fado actual de sus orígenes en la picaresca y los bajos fondos, subrayando que se trata de una música apreciada no sólo por las clases trabajadoras, sino también por la aristocracia. En este primer capítulo, el autor se opone a la visión tan estereotipada como común en la época del fadista como un individuo de baja estofa dedicado a actividades criminales. En su <i>Fado, Canção de Vencidos</i>, Moita presentaba a los intérpretes de fado y a sus seguidores como tipos degenerados y, como reza el título de su obra, vencidos: “Una canción no produce degenerados; pero los degenerados pueden tener predilección por una u otra canción” (13), dice una de las muchas citas de Dantas que aparecen en el libro. Y Machado añade, dirigiéndose retóricamente a Moita: “¿Por qué debemos llamarle canción de vagabundos, de degenerados y de vencidos si los vagabundos, los degenerados y los vencidos tanto pueden cantar fado como cualquier otra canción de moda aprendida en un cine o en cualquier teatro de revista?” (13).<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhasBNQ0ZuILxZzgpqaYeugMp0tWz2UXK7Y-P1Vp78gIESLy6nHgI4mHmLEAWLwEiY2FtJ5Z4sVVYfJJUwzfyCQLqN5lyd2ymhSJVdq27PlatnO3yLWFcgElKb0HGMO47daqw_pGd4wmRM/s1600/juliodantas.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 150px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhasBNQ0ZuILxZzgpqaYeugMp0tWz2UXK7Y-P1Vp78gIESLy6nHgI4mHmLEAWLwEiY2FtJ5Z4sVVYfJJUwzfyCQLqN5lyd2ymhSJVdq27PlatnO3yLWFcgElKb0HGMO47daqw_pGd4wmRM/s400/juliodantas.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548733860821104018" /></a><i>El escritor, periodista y dramaturgo Júlio Dantas.</i><br /><br />Para contrarrestar la imagen del fadista perfilada por Moita, Machado pone gran énfasis en describir a los intérpretes de fado como personas honestas y trabajadoras cuyo éxito en la vida se debe a su talento artístico. Éste es uno de los argumentos principales con que combate la identificación del fado con la idea de enfermedad social prevalente en la obra de Moita: según Machado, pues, el fado no puede ser definido como una canción de vencidos porque tal cosa no existe. Para ilustrar su argumentación con mayor claridad, el autor recurre a un artículo del periodista Norberto de Araújo que ahonda en este mismo tema: “No hay canciones de vencidos. Lo que hay es vencidos. No hay canciones de enfermos; hay enfermos” (15). Curiosamente, Machado coloca al final de este capítulo una serie de declaraciones de varios escritores, actores, periodistas e incluso miembros de la aristocracia que exaltan las virtudes del fado y explican las razones por las que se sienten atraídos por esta música. En algunas de estas intervenciones, el fado aparece descrito como la esencia de Portugal, práctica muy común incluso hoy en día cuando se trata de defender su legitimidad como expresión artística.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidreJtfN3m1x-KwHcuKcuV47gfvvmBNsc9eXWc_V5JgXD74xMwd0dJS4lX7n7tGV2FIxu9kuqlwTA94FeORFNOA2jUur9nPxuppsfEDyPzJAv439hRf47Wt3-QsF-MTQzixNfYzVvtb8g/s1600/norbertodearaujo.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 286px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidreJtfN3m1x-KwHcuKcuV47gfvvmBNsc9eXWc_V5JgXD74xMwd0dJS4lX7n7tGV2FIxu9kuqlwTA94FeORFNOA2jUur9nPxuppsfEDyPzJAv439hRf47Wt3-QsF-MTQzixNfYzVvtb8g/s400/norbertodearaujo.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548735029014568066" /></a><i>Portada de un libro que recoge una conferencia de Norberto de Araújo.</i><br /><br />El segundo capítulo del libro, titulado “Do Passado ao Presente”, es mucho más denso que el primero. Pese a lo que pueda sugerir su título, Machado no intenta presentarnos una historia pormenorizada del género: si bien menciona el mito fundacional de Maria Severa, prefiere centrarse en un periodo mucho más contemporáneo–finales del siglo XIX–, es decir, el momento en el que el fado es recibido con los brazos abiertos por las clases nobles portuguesas y accede a los salones aristocráticos y a los escenarios teatrales. Una vez más, el autor hace hincapié aquí en una diferencia terminológica que para él es fundamental: por un lado se halla el <i>fado</i>, esto es, la música en sí, y por otro se encuentra el <i>fadistismo</i>, un vocablo que utiliza para referirse al contexto supuestamente criminal que los detractores del fado normalmente asocian con el género y que para Machado no es más que un mito propagado de manera intencionada por quienes criminalizan el fado y a sus intérpretes.<br /><br />El autor elogia las figuras de fadistas legendarios como Augusto Hilário, Ángela Pinto o Júlia Mendes, a algunos de los cuales les sobrevino una muerte temprana no precisamente debido a que sus vidas estuviesen ligadas al fado, sino simple y llanamente a causa de desgraciadas enfermedades. A lo largo de todo este capítulo, Machado se muestra interesado en dignificar todo lo relacionado con el fado, y por ello, describe profusamente el proceso de popularización de la guitarra portuguesa entre la aristocracia, subrayando la importancia de músicos como el gran guitarrista João Maria dos Anjos en dicho proceso. Hacia el final de este capítulo, Machado vuelve a recordarnos que ninguno de estos artistas dedica su vida exclusivamente al fado, sino que también “trabajan [y] mantienen a sus familias de forma honesta, sin que el contacto con el fado, estupefaciente y vergüenza lírica, según dicen los fadistófobos, los vuelva menos dignos de vivir en sociedad” (25).<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGW9iR6RA7K2WvELclMoqtwneU0Q8mysYSrrLGltk4k27u8UszZ93f9K-0de9TUgPOhQcLqG3rT-_fu5lq5mEVxq1SVwf7Ip_qFSrQEpJzA3M8ljz_VO4YfezTUEaOgCPSCYsl1NTt84Q/s1600/joaomariadosanjos.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 204px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGW9iR6RA7K2WvELclMoqtwneU0Q8mysYSrrLGltk4k27u8UszZ93f9K-0de9TUgPOhQcLqG3rT-_fu5lq5mEVxq1SVwf7Ip_qFSrQEpJzA3M8ljz_VO4YfezTUEaOgCPSCYsl1NTt84Q/s400/joaomariadosanjos.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548735321511578082" /></a><i>El legendario guitarrista João Maria dos Anjos.</i><br /><br />Uno de los argumentos más interesantes que Machado esgrime en este capítulo es, sin duda, la idea de que las letras del fado constituyen algunos de los ejemplos más hermosos y de mayor calidad lírica de la poesía popular portuguesa. En este sentido, el autor no escatima esfuerzos por poner de manifiesto el aspecto poético que el fado encierra, arguyendo de manera un tanto hiperbólica que la poesía es algo que está íntimamente ligado al pueblo portugués: “De hecho, llegamos a la conclusión de que todo portugués es poeta. En Portugal, incluso entre las clases menos cultas, son numerosos los improvisadores. En la poesía popular de otros países no existe la ternura y la concepción poética que encontramos en muchas de esas cuartetas salidas de la inspiración de nuestros poetas populares” (26). Machado observa que la mayor parte de estos poetas populares no reciben recompensa monetaria alguna por los poemas que componen, lo cual el autor atribuye al hecho de que un buen número de personas o bien no se mostraban interesadas en leer o bien eran analfabetos. Pero eso sí, esta fructífera actividad poética se halla en la base de la proliferación en la época de publicaciones acerca del fado, muchas de las cuales tuvieron una vida muy corta debido a la escasez de medios y a un reducido número de lectores. Además de ofrecernos una lista bastante exhaustiva de publicaciones periódicas fadistas, Machado elogia especialmente a dos de ellas, <i>Guitarra de Portugal</i> y <i>Canção do Sul</i>, y termina el capítulo abogando por que todos estos periódicos defiendan al fado ante su legión de detractores.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwrJ79tIgtTTzay0I-tmHiikyJhvRzCWGy7N8Atxw6CwkhMMa8FcGUyLQ2KNA4-X9mR3TZ7Me1PWkjqOuDIqis3t2yJOGR-YgqsL5cZtypGuUq5U-Ln6UQj_aop3dDjLUXpCfb8xCZDNc/s1600/guitarradeportugal.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 211px; height: 313px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwrJ79tIgtTTzay0I-tmHiikyJhvRzCWGy7N8Atxw6CwkhMMa8FcGUyLQ2KNA4-X9mR3TZ7Me1PWkjqOuDIqis3t2yJOGR-YgqsL5cZtypGuUq5U-Ln6UQj_aop3dDjLUXpCfb8xCZDNc/s400/guitarradeportugal.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548735566118739154" /></a><i>Portada de la publicación fadista</i> Guitarra de Portugal<i> en la que aparecen Alfredo Marceneiro y Maria do Carmo.</i><br /><br />Finalmente, en el tercer capítulo, titulado “Ao correr da pena”, Machado completa su apología del fado preocupándose por la conservación de su identidad genérica. Como otros estilos musicales, tales como el blues o el country, el fado ha tenido siempre propensión a la autorreferencia, a la definición de sus fronteras estilísticas, que se establecen, claro está, por contraste con otros géneros musicales y otras expresiones culturales. En este capítulo, Machado adopta el punto de vista de un purista que desea impedir a toda costa que el fado sea contaminado por otros estilos y pierda la esencia que es su razón de ser. En particular, el autor se muestra preocupado por la influencia que el tango estaba ejerciendo en la época sobre el fado: Machado mira con nostalgia hacia un pasado idealizado en el que “el fadista era solamente fadista” y “se cantaba con más amor al fado, con más entusiasmo” (33) y se opone categóricamente a que el tango sea interpretado en las casas de fado. Asimismo, según Machado, la representación de <i>cegadas</i> (obras teatrales de corta duración y tema humorístico y satírico que se representaban durante el carnaval) suponía otra amenaza para la integridad del fado, pero uno de los mayores problemas a los que, a su juicio, se estaban enfrentando los establecimientos en los que se cantaba fado lo constituía el hecho de que una gran parte del público no apreciaba la belleza de esta música y solamente asistía a las casas de fado para emitir juicios muy a la ligera sobre los fadistas y su arte que demostraban su absoluta falta de conocimiento sobre el fado. Machado se refiere a este tipo de público como “malos aficionados al fado” (34) y no duda en ofrecer como solución que les sea prohibida la entrada en los locales fadistas.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibUOTWOV0B3hDtyKQcQlog-txsGqSHFs4xH3RMEtMVZf-XKuW4POFzFu6W70dkzNd10BApZVyDNrbnaLBPHjqImWvHMwYekaWm3R9m6Y-chL4r9V-HimyzKzcS_cEQo3yjKWm592bemSw/s1600/tascaferrodeengomar.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 287px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibUOTWOV0B3hDtyKQcQlog-txsGqSHFs4xH3RMEtMVZf-XKuW4POFzFu6W70dkzNd10BApZVyDNrbnaLBPHjqImWvHMwYekaWm3R9m6Y-chL4r9V-HimyzKzcS_cEQo3yjKWm592bemSw/s400/tascaferrodeengomar.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548735814067946034" /></a><i>El legendario retiro Ferro de Engomar.</i><br /><br />En suma, pese a las muchas exageraciones contenidas en sus páginas y al tono inequívocamente sentencioso de la prosa de Machado, <i>Ídolos do Fado</i> debe ser leído teniendo en cuenta el contexto sociohistórico en que fue escrito y debe ser justamente considerado como uno de los tratados críticos sobre el fado más valiosos que existen, no sólo por verse inscrito en la polémica suscitada por el fado en la primera mitad del siglo XX, sino también por la gran cantidad de información que nos ofrece sobre las vidas, las carreras y los repertorios de los fadistas más importantes de su tiempo. En un momento en que varios intelectuales estaban lanzando un ataque frontal y despiadado al fado, Machado compuso una obra en la que trata de rebatir estos ataques de una manera clara y sencilla, elogiando la belleza lírica del fado y la integridad moral de sus intérpretes. Por desgracia, a pesar de su enorme importancia histórica, <i>Ídolos do Fado</i> se encuentra descatalogado en la actualidad y no es nada fácil encontrar un ejemplar de su primera edición. Sólo cabe esperar que alguna editorial decida reeditarlo para que vuelva así a ocupar el lugar que merece dentro del canon crítico sobre el fado.<br /><br /><b>Bibliografía</b><br /><br />A. Victor Machado. <i>Ídolos do Fado</i>. Lisboa: Tipografia Gonçalves, 1937.<br /><br /><b>Enlaces</b><br /><br />El excelente blog sobre el fado y el teatro portugués <i>Fadoteca</i>, publicado por mi amiga lisboeta Ofélia Pereira, contiene una serie de documentos extraídos de la primera edición de Ídolos do Fado que pueden consultarse haciendo click <a href="http://fadoteca.blogspot.com/search/label/%22%C3%8Ddolos%20do%20Fado%22">aquí</a>.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-16953061471279656112010-07-13T15:03:00.010-05:002010-07-17T23:50:27.296-05:00JOAQUIM CORDEIRO<i>Por Antón García-Fernández</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY6_DF8zlAbxVj9Mi_ENMvWSnbr80YqoLLxeJw71ehCKmSSqixUset4eEgdzNZnNnYVzxGAT55WwrBr0FV95zrga-NNcKVCRQI2IqG4g8YNGCc7QygRrrXH3zHAiUR1TqyWJKlu5XXmno/s1600/joaquimcordeiro.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 195px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY6_DF8zlAbxVj9Mi_ENMvWSnbr80YqoLLxeJw71ehCKmSSqixUset4eEgdzNZnNnYVzxGAT55WwrBr0FV95zrga-NNcKVCRQI2IqG4g8YNGCc7QygRrrXH3zHAiUR1TqyWJKlu5XXmno/s400/joaquimcordeiro.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5493488097158676866" /></a><br /><br />Uno de los subgéneros del fado que, por desgracia, han ido quedando paulatinamente relegados al olvido es el llamado fado jocoso o humorístico. Al igual que ocurre con el fado improvisado, cada vez son menos los intérpretes que utilizan el fado como vehículo humorístico para la sátira y la crítica social. Sin embargo, dentro del grupo de artistas que conforman la <i>velha guarda</i>, es decir, los fadistas legendarios que dieron esplendor al género en las primeras décadas del siglo XX, ésta era una práctica mucho más común. Y Joaquim Cordeiro se cuenta entre los mayores exponentes de esta vertiente del fado. Así, Eduardo Sucena lo incluye en la lista de los fadistas más importantes de los años 40 que ofrece en su obra <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i>, especificando que era conocido sobre todo como cantante cómico (1).<br /><br />Pese a ello, Cordeiro inició su carrera en el Algarve, en el sur de Portugal, como intérprete de baladas sentimentales que nada tenían que ver con el estilo vocal que hoy asociamos con él. En la década de los 40 se estableció en Lisboa, y fue en la capital donde decidió dar rienda suelta a su talento para la comedia, consagrándose como uno de los mejores fadistas jocosos y llegando a actuar en prestigiosos escenarios como el Retiro dos Marialvas y el Café Latino. El repertorio de Cordeiro, lleno de letras divertidas e ingeniosas, no constituía realmente una parodia del fado como género, sino que explotaba el aspecto cómico de su personalidad y, en ocasiones, dejaba caer comentarios satíricos sobre la realidad social de su tiempo.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgcXBrYkeGxHYMWkoCFVuMq3wFTD6SxvyUP2Joqh5NOkClbASOYH5ZdNdyn6IkY7XqGCSzWCDOCcNkj6u2H1uEYJmrROT_KNlGQo7JxpEKqn5x5DcK2Hb230roNrD9vX6AiH5hRdVkpVQ/s1600/joaquimcordeiro03"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 316px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgcXBrYkeGxHYMWkoCFVuMq3wFTD6SxvyUP2Joqh5NOkClbASOYH5ZdNdyn6IkY7XqGCSzWCDOCcNkj6u2H1uEYJmrROT_KNlGQo7JxpEKqn5x5DcK2Hb230roNrD9vX6AiH5hRdVkpVQ/s400/joaquimcordeiro03" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5493488276893494834" /></a><br /><br />El legado discográfico de Cordeiro es más bien reducido, y en la actualidad, solamente está disponible en CD una recopilación editada dentro de la serie <i>Fados do Fado</i> (Movieplay, 1998) que incluye grabaciones realizadas entre 1960 y 1982 para los sellos especializados Marfer y Riso e Ritmo. Todas ellas son ejemplos perfectos del estilo desenfadado de Cordeiro, que dedicó gran parte de su producción fonográfica a registrar versiones humorísticas de algunos de los fados más populares. Así, en la voz ruda y ruidosa de Cordeiro, el éxito de Amália Rodrigues "Uma Casa Portuguesa" se convierte en "Casa Bera", y "Estranha Forma de Vida", otro tema asociado con Amália aunque compuesto por Fernando Farinha y Alfredo Marceneiro, deviene "Estranha Vida do Diabo". El aire jocoso de la letra de ambas piezas ya se intuye en los títulos: en "Zé Caloteiro", Cordeiro transforma el popular "Fado do Cacilheiro", de Carlos Dias, en una canción satírica sobre un personaje que rehúye el trabajo. Ésta es una temática que parece interesar especialmente a Cordeiro, que vuelve sobre ella en "Trabalho Vai-te Embora", revisión cómica de "Saudade Vai-te Embora", uno de los éxitos de Tony de Matos. De hecho, el fado jocoso de Cordeiro se apropia también de composiciones procedentes del ámbito de la canción ligera portuguesa, como es el caso de "Ó Rita Volta p'ra Casa", reescritura en tono de comedia de otro de los grandes temas de Tony de Matos, "Ó Tempo Volta para Trás".<br /><br />En definitiva, se trata de un disco que sirve como una introducción muy válida a la música de Joaquim Cordeiro, uno de esos artistas que hoy en día se encuentran injustamente sumidos en la oscuridad a pesar de haber disfrutado de una carrera larga y muy digna. Su voz, a veces tosca y poco pulida, quizá no sea de las más cálidas y de fácil escucha de la historia del fado, pero transmite una energía desbordante y nos transporta a una época en la que la comedia y la sátira formaban parte integral de esta música. Y en ese terreno, elevándose atronadora sobre los acompañamientos de músicos legendarios como António Chainho y Carlos Gonçalves, la voz de Cordeiro es una voz esencial.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh76vgAks9NDpEy3hcJs-Qo1WwlLxFrspeoD9tCaHhGGq_fL2GzCYi0tKIinqVpxKfGTqaTMug7Ik4FmXwBab-rvEO3chNR0CjKIJlDcNdL3ES4QsvNZgtxYsvdl5bV74lAh5bE_Gjkt9A/s1600/joaquimcordeiro02"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 134px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh76vgAks9NDpEy3hcJs-Qo1WwlLxFrspeoD9tCaHhGGq_fL2GzCYi0tKIinqVpxKfGTqaTMug7Ik4FmXwBab-rvEO3chNR0CjKIJlDcNdL3ES4QsvNZgtxYsvdl5bV74lAh5bE_Gjkt9A/s320/joaquimcordeiro02" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5493488493168599298" /></a><br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) Eduardo Sucena. <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i>. Lisboa: Edições Vega, 1992: 195.<br /><br /><b>Enlaces</b><br /><br />Para más información en portugués sobre Joaquim Cordeiro, visitad este <a href="http://fadocravo.blogspot.com/2009/02/joaquim-cordeiro-ze-caloteiro.html">enlace</a> a la página web de mi amiga lisboeta Ofélia Pereira, donde también encontraréis un excelente vídeo en el que Cordeiro interpreta "Zé Caloteiro", su versión jocosa del popular "Fado do Cacilheiro".Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-89021480950769854512010-03-15T09:59:00.018-05:002010-03-15T22:11:04.690-05:00AMÁLIA NO CAFÉ LUSO: FADO EN UN CONTEXTO ÍNTIMO<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjH15hSVRxXUGhGdEDUa-KOE06mxS_SJ3Or7dwVAUtzba1bvNMk37ulz4mj9mXiPEd0vmvSH1RygbespmSYnEzHpRPpPAwPRK0OUARWJgZNOJh6HkSyw65HD86Tgy3wYqLhgWBTPHAkw-g/s1600-h/Amalia01.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 226px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjH15hSVRxXUGhGdEDUa-KOE06mxS_SJ3Or7dwVAUtzba1bvNMk37ulz4mj9mXiPEd0vmvSH1RygbespmSYnEzHpRPpPAwPRK0OUARWJgZNOJh6HkSyw65HD86Tgy3wYqLhgWBTPHAkw-g/s320/Amalia01.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5448912637507503746" /></a><br />El pasado año se cumplió la primera década desde el fallecimiento de Amália Rodrigues en octubre de 1999, efeméride que, lógicamente, no pasó desapercibida y que fue conmemorada por multitud de actos y exposiciones que celebraron la larga y laureada carrera de la gran fadista, cuya imagen se ha convertido en un icono del fado, hasta tal punto que existe una relación casi metonímica entre Amália y este género musical. Así, podemos decir que existen aficionados al fado y admiradores de Amália Rodrigues, sin que una cosa necesariamente implique la otra. Mientras es obvio que todo amante del fado que se tome en serio esta música no puede ni debe eludir la figura amaliana en todas sus facetas—intérprete, actriz, compositora, embajadora del género y un gran etcétera—, no siempre es posible afirmar lo contrario: en la actualidad, incluso tras su muerte, el nombre de Amália ha adquirido tal proporción que se ha convertido en sinónimo de fado, por lo que una gran parte del público, al oír hablar de fado, relaciona el estilo únicamente con este nombre. En cierto modo, es algo que el letrista Frederico Valério ya predijo en su poema de fado titulado "Fado Amália", una letra en la que glorifica la imagen popular de la fadista:<br /><br />Amália<br />Quiso Dios que fuese mi nombre<br />Amália<br />Lo encuentro un tanto gracioso<br />Tan nuestro y popular<br />Cuando oigo a alguien gritar<br />Amália<br />Cántame un fado<br />Amália<br />Esta palabra me enseñó<br />Que en la vida tienes que amar<br /><br />Fados como éste, escritos a mayor gloria de un fadista, siempre conllevan una suerte de ventriloquismo por cuanto el poeta suele celebrar la obra o la imagen del intérprete a través de la voz del propio fadista. A través de estos versos, Frederico Valério no deja duda alguna de la enorme popularidad de que Amália Rodrigues disfrutó en vida, reconocimiento que no ha decaído tras su fallecimiento, sino que, si cabe, se ha magnificado todavía más. Y con razón, por cierto, pues Amália no es solamente uno de los nombres más relevantes dentro del universo fadista, sino más bien de la música del siglo XX en general.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN70nLqVv5XBGaWFrLwpabh2lQNc_oNNjRpA0g2uiseCjDnuQ-ZZWi4T2vVBryzxgd8OUgHmkh8OtonE5mLDvmDKepPYTyLqMYKDqnmxCl7KIooOfZSjdv7_u00KZYImAj0ZiwJuSfGls/s1600-h/amalia02.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 216px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN70nLqVv5XBGaWFrLwpabh2lQNc_oNNjRpA0g2uiseCjDnuQ-ZZWi4T2vVBryzxgd8OUgHmkh8OtonE5mLDvmDKepPYTyLqMYKDqnmxCl7KIooOfZSjdv7_u00KZYImAj0ZiwJuSfGls/s320/amalia02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5448913008730488194" /></a><br />Dicho esto, se me ocurre una pregunta: si Amália se ha convertido en sinónimo de fado y su obra ha merecido el reconocimiento clamoroso del público, ¿por qué no ha ocurrido lo mismo con otros fadistas y otras <i>cantadeiras</i> que, como ella, nos han legado una obra de excepcional calidad? ¿No es posible que quienes aprecian la música de Amália puedan disfrutar asimismo de las grabaciones realizadas por otras artistas como Berta Cardoso, Hermínia Silva, Maria Teresa de Noronha, Argentina Santos o Lucília do Carmo? Y digo éstas por poner sólo unos cuantos ejemplos femeninos, pues la lista sería larguísima si quisiera incluir todos los nombres que en ella podrían figurar. La cuestión no resulta sencilla de resolver, pero podríamos iniciar nuestro acercamiento a la misma considerando el papel de las instituciones culturales que promueven el fado, tanto en Portugal como en el exterior. En muchos casos, si el público gusta de la música de Amália es porque, de alguna manera, ha sido expuesto a ella: de lo contrario, sería difícil que la apreciase o siquiera que la conociese. Si, entre todos aquellos que amamos el fado, contribuyésemos a un mayor conocimiento del legado musical y cultural que los grandes nombres de la historia del género nos han dejado, es muy probable que aquellas personas que se cuentan entre los admiradores de Amália pudiesen disfrutar de la obra de otras <i>cantadeiras</i> menos conocidas. Pero eso es algo que requiere trabajo, tiempo y medios, es algo que pasa por publicitar el fado de una manera seria y profesional, dando la oportunidad a quien no lo conoce de entrar en contacto con él. Es posible que esto suene evidente, pero en mi opinión, es algo que siempre conviene recordar.<br /><br /><b><i>Amália no Café Luso</i></b><br />Escribir sobre Amália Rodrigues suele resultar, generalmente, un ejercicio en el arte de la paráfrasis, pues tanto se ha escrito y dicho sobre ella que, cualquier cosa que uno escriba, cualquier adjetivo que se aplique a su figura o a su voz, acabará por sonar a tópico o lugar común. No es mi intención aquí revisitar viejos tópicos, sino más bien realizar un viaje a un pasado no muy lejano, posibilitado por una serie de grabaciones en directo editadas originalmente en vinilo en 1976 bajo el título de <i>Amália no Café Luso</i> y, afortunadamente, reeditadas en formato CD en 2007. Dichas grabaciones, realizadas en diciembre de 1955, nos presentan a una leyenda actuando en un lugar legendario. El Café Luso, ya en la época una de las casas de fado con mayor tradición, es el escenario perfecto para recibir a una Amália joven y llena de vitalidad que canta frente a un público silencioso, respetuoso y totalmente entregado a su arte.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxjCqLsm4P1U9cmWX1jr9PmIZN4QE0n0gHG0VvGUql5vCM4I8h7vN3XqQQKOhf1-VCfyhPT4a8l9nc1zOygqqw58gK8VAkZOgTp6fg1nmvoEpDotiDALzQJE9r0F1Yzna3WJBRZjHS3AM/s1600-h/amaliacover.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 256px; height: 256px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxjCqLsm4P1U9cmWX1jr9PmIZN4QE0n0gHG0VvGUql5vCM4I8h7vN3XqQQKOhf1-VCfyhPT4a8l9nc1zOygqqw58gK8VAkZOgTp6fg1nmvoEpDotiDALzQJE9r0F1Yzna3WJBRZjHS3AM/s400/amaliacover.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5448913274854419810" /></a><br />Previamente a esta serie de apariciones inmortalizadas en estos registros sonoros, Amália había cimentado su renombre sobre las tablas, mediante grabaciones fonográficas de gran éxito e incluso a través de sus papeles en producciones cinematográficas como <i>Capas negras</i> o <i>Fado: História d'uma cantadeira</i>, ambas películas de 1947. Su fama se había extendido ya más allá de Portugal, con conciertos aplaudidos por el público en varias ciudades de Europa y América y con ediciones discográficas en Estados Unidos. Los temas incluidos en su elepé en vivo en el Café Luso nos presentan a una Amália en un contexto más íntimo, más cercano, desgranando lo mejor de su repertorio en el corazón de Lisboa. El disco nos transporta a otra época y nos acerca al ambiente de las casas de fado lisboetas en los años 50, haciéndonos lamentar, eso sí, que estas interpretaciones no hayan sido filmadas para la posteridad. Podemos escuchar el murmullo de la audiencia antes de que Amália empiece a cantar, aguardando impacientemente a que Filipe Pinto termine la presentación que siempre precede a cada fado, bullicio que se transforma en silencio total una vez que Domingo Camarinhas, a la guitarra portuguesa, y Santos Moreira, a la guitarra española, introducen la melodía que dará paso a la voz de Amália.<br /><br />El acompañamiento se acerca a la perfección, embelleciendo cada tema pero sin entrar en conflicto con la voz, esa voz de Amália que exprime al máximo todos los recovecos líricos de cada fado, conteniendo la emoción cuando la letra lo requiere y llenando con su potencia todo el café cuando su intuición interpretativa se lo dicta, pero siempre exuberante de energía y dramatismo. La rareza del disco es extrema debido a que en los años 50 no era todavía muy común que los equipos de grabación traspasasen las fronteras de las casas de fado, donde el público exigía que los fadistas cantasen <i>à maneira antiga</i>, sin ayuda de micrófono; de hecho, los micrófonos que se instalaron en el escenario no se utilizaron para amplificar la voz de Amália, sino únicamente para recoger su voz y la música en el disco, y estaban localizados a una distancia prudencial tanto de los músicos como de la <i>cantadeira</i>. En cuanto al repertorio elegido, como es de esperar, reúne temas cuyas versiones de estudio Amália acababa de editar por aquellos años y otros, como "Fado Mayer", "Lá porque tens cinco pedras", "Sabe-se lá" y "O marujo português", que son auténticos clásicos fadistas. Las notas interiores, que contienen multitud de fotografías e incluso la reproducción de una carta escrita por el poeta José Carlos Ary dos Santos a Amália, ayudan a comprender el contexto en el que fueron realizadas unas grabaciones que son joyas dentro de una discografía imponente y llena de puntos álgidos.<br /><br /><b>Enlaces</b><br /><br />Si queréis escuchar dos de los fados que integran el disco <i>Amália no Café Luso</i>, visitad los siguientes enlaces:<br /><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=9gvmrlR2hXA">Amália Rodrigues no Café Luso - Fado Mayer</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=DDPrwXQMHvU">Amália Rodrigues no Café Luso - Fado da Bica</a><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNK_OO80Hb5vhAKGkRac_KH5Uo9lDNBdaX6OSQWDji5MG2ZBdaQmxbqSfHfe3XAlp5TtxOTOlewWo-Oev4cqylfgMtgxQv5wZMStQCufl0ZfwQJoU5lxLkZKZlnuNs1B7kThxAT2q4wnc/s1600-h/amaliaconcierto.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 260px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNK_OO80Hb5vhAKGkRac_KH5Uo9lDNBdaX6OSQWDji5MG2ZBdaQmxbqSfHfe3XAlp5TtxOTOlewWo-Oev4cqylfgMtgxQv5wZMStQCufl0ZfwQJoU5lxLkZKZlnuNs1B7kThxAT2q4wnc/s400/amaliaconcierto.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5448913886522383202" /></a>Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-226127367995772722010-03-09T17:18:00.004-06:002010-03-09T20:40:29.207-06:00Biblioteca Básica del Fado (I): FADO. ORIGENS LÍRICAS E MOTIVAÇÃO POÉTICA, de Mascarenhas Barreto<b>Ésta es la primera de una serie de reseñas en las que profundizaré un poco en las tesis y en los contenidos de ciertos estudios que, en mi opinión, conforman el canon de los escritos teórico-críticos sobre el fado a lo largo de su historia.</b><br /><br /><i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br />Publicado durante la década de los años 60 en edición bilingüe en portugués e inglés, en un momento en el que una serie de críticos estaban intentando crear una bibliografía de corte más académico sobre el fado, este volumen de Mascarenhas Barreto, compositor de algunas letras fadistas de gran relevancia, es notable por ofrecer un acercamiento al género desde un punto de vista fundamentalmente literario. Como su propio título indica, el propósito del autor es profundizar en los orígenes líricos del fado, así como esclarecer en la medida de lo posible las distintas motivaciones poéticas que han ido dando forma a las letras del fado a lo largo de su historia. Y ya digo que esto es algo que se desprende del título de la obra, pues le falta a este trabajo una introducción que defina el objeto de estudio, la tesis que sus páginas pretenden desentrañar.<br /><br />A pesar de ello, es obvio que Mascarenhas Barreto divide su estudio en dos partes bien diferenciadas. En la primera de ellas, se propone determinar cuáles son los orígenes del fado, ardua tarea sobre la que han corrido ríos de tinta década tras década, rastreando para ello versos fadistas que justifiquen la pervivencia de dichos orígenes en las letras de fado escritas durante los siglos XIX y XX. En sucesivos capítulos, el autor considera que el fado está emparentado con las tradiciones medievales de la poesía provenzal y galaico-portuguesa y con la lírica árabe y morisca. Su argumento principal para demostrar estas filiaciones lo constituye el hecho de que el fado actual comparte características temáticas con estas tradiciones poéticas. Así, por ejemplo, el fado tiene un estribillo, al igual que la <i>chansó</i> provenzal; las <i>contenses</i> provenzales, en las que dos trovadores se desafiaban a través de sus versos, nos recuerdan a la práctica del <i>fado ao desafio</i>, auténtico duelo lírico entre dos o más fadistas; y las cantigas de escarnio y maldecir galaico-portuguesas poseen indudables semejanzas con el fado satírico. No es mi intención poner en entredicho la existencia de estas afinidades temáticas entre la poesía trovadoresca y el fado, pero la argumentación de Mascarenhas Barreto no resulta demasiado convincente si tenemos en cuenta que algunos de estos temas --y otros como el amor y el lamento por el desamor-- podrían ser considerados temas de carácter universal, con lo cual la existencia de temas compartidos no implicaría necesariamente la existencia de una influencia directa.<br /><br />En cuanto a la influencia árabe, Mascarenhas Barreto se centra en la ocupación musulmana del sur de la Península Ibérica, arguyendo que "indudablemente, cinco siglos de ocupación dejan vestigios" (36). El crítico examina dichos vestigios y llega a la conclusión de que el tema de la <i>saudade</i>, motivo central de muchos fados y de gran parte de la poesía portuguesa, es de procedencia árabe. Mascarenhas Barreto dedica todo un capítulo a explicar el tratamiento del tema de la <i>saudade</i> por parte de los trovadores moriscos, considerando que existen claras semejanzas entre las canciones árabes y el fado actual y llegando a proponer que este caudal trovadoresco acabaría transformándose en fado una vez que en él se infiltrase una temática marinera. Cuando menos, el crítico incurre aquí en una evidente simplificación, pues ni todo el fado es <i>saudade</i> ni el elemento marinero detenta un papel tan central en la génesis del fado, que es fundamentalmente un género poético-musical de índole urbana.<br /><br />Más interesante que estas conjeturas sobre los orígenes del fado es el capítulo dedicado a las semejanzas existentes entre la instrumentación fadista y los instrumentos que los trovadores galaico-portugueses utilizaban para acompañar sus composiciones. Mascarenhas Barreto señala al laúd árabe como antepasado de la guitarra portuguesa y afirma que la guitarra española ya se había popularizado en la Península Ibérica hacia finales de la Edad Media, pasando posteriormente a conocerse con el nombre de <i>viola</i>. También resulta de enorme interés el capítulo que estudia la versificación del fado, en el que el autor reconoce en la lírica medieval los posibles orígenes de los motes que han servido como base para multitud de glosas fadistas.<br /><br />En la segunda parte de su trabajo, Mascarenhas Barreto lleva a cabo un estudio más específicamente literario. Tras determinar que en la Edad Media ya se escribían poemas para melodías preexistentes y que, a su vez, también se componían melodías nuevas para poemas ya escritos, prácticas que emparentarían el fado con la tradición trovadoresca medieval, el crítico deja a un lado los orígenes del fado para pasar a analizar las motivaciones poéticas de letras fadistas escritas en los siglos XIX y XX. A partir de ahí, el libro se convierte en un ejercicio doxográfico de clasificación de un sinnúmero de poemas de fado de acuerdo con su temática, es decir, con su motivación poética. Así, para Mascarenhas Barreto, los poetas del fado se han ocupado de tratar en sus composiciones temas como las corridas de toros, la descripción de lugares típicos de Lisboa y Coimbra, las fiestas religiosas, el mar, la emigración, las controversias políticas, el amor y los celos provocados por el desamor, la <i>saudade</i>, el destino y otros semejantes. Si bien están profusamente ilustrados con estrofas procedentes de muy variopintas letras fadistas (cuyos autores Mascarenhas Barreto cita escrupulosamente), estos capítulos acaban resultando eminentemente descriptivos y faltos de un análisis más profundo de los versos citados. Quizá el autor debería haber tratado de dar algún paso más allá de la mera clasificación temática de estos poemas de fado, pues a veces el lector tiene la sensación de hallarse ante una antología poética en lugar de un estudio literario.<br /><br />En definitiva, podemos decir que este volumen parte de una doble base que reviste un indudable interés: por un lado, tratar de desvelar los orígenes líricos del fado, y por otro, determinar cuáles son las motivaciones poéticas que rigen el contenido de los poemas de fado compuestos desde mediados del siglo XIX. Aunque contiene momentos verdaderamente valiosos, algunos de los cuales he mencionado a lo largo de esta reseña, en general el estudio adolece de una cierta falta de profundidad, en especial en lo que se refiere al análisis de la significación de los temas que Mascarenhas Barreto reconoce en el corpus poético con el que trabaja. Aún así, el libro merece ocupar un lugar relevante en toda bibliografía fadista debido a que, pese a sus deficiencias, supone uno de los pocos acercamientos al fado desde un punto de vista literario.<br /><br /><b>Bibliografía</b><br /><br />Mascarenhas Barreto. <i>Fado: Origens Líricas e Motivação Poética</i>. Lisboa: Aster, sin fecha.Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-4967506553963234762010-02-26T13:27:00.013-06:002010-03-01T14:07:00.114-06:00DEZ FADOS VIVIDOS: CARLOS DO CARMO Y EL FADO<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br />Dez fados vividos, <i>grabado en 1978 por Carlos do Carmo, es uno de los primeros discos de fado que recuerdo haber escuchado, y me impresionó por la calidez de la voz y la elegancia del acompañamiento. En este artículo repaso dicho álbum y ofrezco una sucinta mirada a la ya dilatada carrera de uno de esos fadistas que, cuando se dedican realmente a interpretar fado, tienen la capacidad de emocionarnos.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWAFhWg853eKIj6ZQhZ7eQGWS7Y6yuyWUW4POp1z2QaNVbZZmKWCdWL5fsg7K7dFV5EHVr-JuFRgxnJJNfMs-UXOGf-LVH1HZ_30MbfH_7ERGeP0isGUpuAFlH2U9HDXQl5g8qXKEQvps/s1600-h/carlos01.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 266px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWAFhWg853eKIj6ZQhZ7eQGWS7Y6yuyWUW4POp1z2QaNVbZZmKWCdWL5fsg7K7dFV5EHVr-JuFRgxnJJNfMs-UXOGf-LVH1HZ_30MbfH_7ERGeP0isGUpuAFlH2U9HDXQl5g8qXKEQvps/s320/carlos01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5442638735144113074" /></a><br /><br />Salvando las distancias existentes entre ambos por la divergencia de sus cometidos artísticos, podríamos tal vez comparar a Carlos do Carmo con Woody Allen: los dos son referencias ineludibles en sus respectivos campos y ninguno de ellos deja indiferente a la audiencia que entra en contacto con su obra. No es mi intención aquí entrar a valorar la polémica que, especialmente en Portugal, sacudió al medio fadista tras la concesión a do Carmo del Goya a la mejor canción original por la película <i>Fados</i>, dirigida por Carlos Saura, pero aún así, es innegable que, a lo largo de su carrera, Carlos do Carmo ha ganado incontables admiradores, pero también un buen número de detractores. Estos últimos le reprochan especialmente sus coqueteos con la música ligera, sus grabaciones en las que está acompañado por orquesta y algún que otro disco en inglés que poco tiene que ver con el sonido del fado tradicional. Lo que ocurre es que, en mi opinión, pese a que es indudablemente un nombre importante en la escena fadista de la segunda mitad del siglo XX, sería erróneo etiquetar a Carlos do Carmo como un fadista tradicional.<br /><br />Sí, es cierto que el amor por el fado le viene de familia, pues su madre, Lucília do Carmo, está considerada como una de las más reputadas cantadeiras de la historia, pero ya desde su juventud, do Carmo demostró que su gusto musical es francamente ecléctico y que no se limita al fado más castizo. Así, en su música podemos escuchar ecos de la elegancia vocal de Frank Sinatra, la carga dramática de Jacques Brel o la interesante unión de poesía y música que caracterizó a cantautores españoles de los años 60 y 70 como Joan Manuel Serrat, algunas de cuyas canciones adaptó al portugués.<br /><br />De hecho, en un principio no parecía que Carlos do Carmo estuviese destinado a seguir los pasos de su madre. Nacido en Lisboa en 1939 con el nombre de Carlos Manuel de Ascenção Almeida, vivió varios años en Suiza, donde estudió gestión de hoteles con la intención de entrar en el mundo de los negocios. Todo esto cambió a su regreso a la capital portuguesa, donde comenzó a gestionar la casa de fados de sus padres y a cantar de manera informal, lo cual acabaría llevándole a iniciar una carrera profesional en el mundo del fado y a adoptar el apellido materno como parte de su nombre artístico. En 1963 grabó un EP de cuatro canciones para el sello Valentim de Carvalho, el primer título de una laureada carrera discográfica que continúa en la actualidad. Este primer disco incluye un tema titulado "Twist desconjuntado" y muestra ya el eclecticismo que sería la nota predominante en su producción musical.<br /><br />El fado, sin embargo, siempre fue una constante en su música: si bien diversificó sus intereses musicales, jamás lo abandonó, regresando a él de manera continua y entendiéndolo muchas veces como un instrumento de crítica social, especialmente durante los delicados momentos políticos que Portugal vivió en la década de los setenta. La televisión fue un medio que Carlos do Carmo supo explotar sabiamente como vehículo para la popularización de su figura. Así, en 1976, fue el intérprete elegido por la radiotelevisión portuguesa para cantar todos los temas seleccionados para representar a Portugal en el Festival de Eurovisión. La canción ganadora, "Uma flor de verde pinho", compuesta por José Niza y Manuel Alegre, se convirtió en uno de sus mayores éxitos, una larga lista en la que también figuran títulos como "Por morrer uma andorinha", "Os putos", "Bairro Alto", "Canoas do Tejo" o "Lisboa, menina e moça".<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIVuBKlocBaXJIxdD42FX7i7SHxBAa5jPhCR_f03nr_U7DzkaTgQwrFduNFIo0qAFSJvHLyuWOda-QuAEWZVTwBK5y35xAM252ZO3xTY8G4YGl9z4QXy5UfuPbjiI3c2JNGvyLMbDR-dM/s1600-h/carlosflor.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 280px; height: 283px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIVuBKlocBaXJIxdD42FX7i7SHxBAa5jPhCR_f03nr_U7DzkaTgQwrFduNFIo0qAFSJvHLyuWOda-QuAEWZVTwBK5y35xAM252ZO3xTY8G4YGl9z4QXy5UfuPbjiI3c2JNGvyLMbDR-dM/s400/carlosflor.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5442639130393982930" /></a><br /><br />Junto con Amália Rodrigues, Carlos do Carmo es uno de los mayores responsables de la internacionalización del fado en el último tercio del siglo XX: la popularidad de su música trasciende las fronteras de su Portugal natal, y a lo largo de las décadas ha llegado a cantar en algunos de los teatros más importantes de Europa, América y Asia. Sin embargo, cabe recordar que este fenómeno, que afectó de manera muy positiva a las carreras de Amália y de Carlos do Carmo (así como también a las de algunos de los nuevos valores del fado en la actualidad), no es en realidad ninguna novedad. Muchos de los grandes nombres de la historia del género, desde Berta Cardoso a Fernando Farinha, pasando por Maria Teresa de Noronha o incluso Adelina Fernandes en los albores del fado grabado, ya habían hecho giras por otros continentes, dando proyección internacional a sus carreras y al fado.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6-eax3Tt1A0Zz4Ak_GmsGrm48ZfRLRaB3eqN4FIbrtaPUBTV53ufaUdCwAqnqUWxtkoEntZevPcBiAIoA2IoGNmi1PSHL-yc-mQ9kEC8_-QnubQ3udwuB92zv5BhL2rLphVfESwJnmw4/s1600-h/dezfados01.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 306px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6-eax3Tt1A0Zz4Ak_GmsGrm48ZfRLRaB3eqN4FIbrtaPUBTV53ufaUdCwAqnqUWxtkoEntZevPcBiAIoA2IoGNmi1PSHL-yc-mQ9kEC8_-QnubQ3udwuB92zv5BhL2rLphVfESwJnmw4/s400/dezfados01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5442638914799083970" /></a><br /><br /><b><i>Dez fados vividos</b></i><br /><br />Carlos do Carmo editó <i>Dez fados vividos</i> en 1978, un momento especialmente importante en su carrera. Dos años antes, en 1976, había participado en el Festival de Eurovisión con "Uma flor de verde pinho", además de emular a Amália Rodrigues grabando un EP junto al saxofonista Don Byas, un disco interesante aunque quizá no tan satisfactorio como el que surgió de la colaboración entre Byas y Amália. Además, en 1977, do Carmo había publicado <i>Um homem na cidade</i>, el que muchos críticos consideran su mejor trabajo: se trata de una suerte de álbum conceptual en el que interpreta exclusivamente letras de José Carlos Ary dos Santos y que incluye temas imperecederos como "O amarelo da carris", "O homem das castanhas", "Balada para uma velhinha" o la pieza ya clásica que da título al disco. Tras este hito en su legado discográfico, Carlos do Carmo decidió grabar un álbum cuyo contenido estuviese unido por el nexo común de un sonido fadista más tradicional, revisitando algunos de sus temas favoritos y ofreciendo interpretaciones definitivas de composiciones clásicas.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCQ4wQD3mbE-z-lz2Z0yXl0VphHqR6WjnJJJlBRhdOOvi7RNwU64sMDueMFG1tSH3zrorXBfoOjf65VtoUJXzBbXyixTYHNfJbahbmS0_mePug6FaKnFov9qfDTh8vVoylZ5gQCqBzHuc/s1600-h/carloshomem.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 318px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCQ4wQD3mbE-z-lz2Z0yXl0VphHqR6WjnJJJlBRhdOOvi7RNwU64sMDueMFG1tSH3zrorXBfoOjf65VtoUJXzBbXyixTYHNfJbahbmS0_mePug6FaKnFov9qfDTh8vVoylZ5gQCqBzHuc/s320/carloshomem.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5442639555932306322" /></a><br /><br />De acuerdo con esta idea, el acompañamiento se adecúa a una concepción del fado mucho más castiza que en otros trabajos de do Carmo: se trata de acompañar en el sentido estricto del término, ofreciendo un apoyo sonoro a la voz, pero ahorrando florituras, evitando estorbar a una voz que emerge cálida y cercana, llena de un sentimiento hábilmente contenido. El disco se abre con <b>"Gaivota"</b>, todo un clásico normalmente asociado con Amália y compuesto por Alexandre O'Neill y Alain Oulman. Carlos do Carmo se enfrenta con elegancia a una letra trufada de fatalismo en la que destacan versos de gran sensibilidad poética:<br /><br />Si al decir adiós a la vida<br />Todas las aves del cielo<br />Me diesen en la despedida<br />Tu última mirada<br />Esa mirada que era sólo tuya<br />Amor, que fuiste el primero<br /><br />Qué perfecto corazón<br />Latiría en mi pecho<br />Mi amor en tu mano<br />Esa mano en que perfecto<br />Latió mi corazón.<br /><br />Pese a no ser el primer fadista que la grabó, <b>"Lisboa, menina e moça"</b> constituyó uno de los mayores éxitos de la carrera de Carlos do Carmo, que interpreta con verdadera pasión una letra en la que Ary dos Santos retrata a Lisboa a través del cuerpo de una mujer, embellecida en esta versión por la agilidad del acompañamiento musical. <b>"Partir é morrer un pouco"</b>, un tema que contrasta con el anterior por su carácter más melancólico y reflexivo, contiene algunos de los momentos de mayor introspección poética del disco, cortesía de Mascarenhas Barreto:<br /><br />Vuela el dolor en pedazos<br />Como aves que no se cansan<br />Ilusiones esparcidas por el aire.<br />Partir es extender los brazos<br />Hacia los sueños que no se alcanzan<br />Y cuyo destino es quedarse<br /><br />Quien muere no sufre más<br />Mas quien parte siente demasiado dolor<br />Y esto es bien peor que morir.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwluEH2FBYy-ZOHU3PGUrMVBTF0kKfIHPcchBLwRZLCx2LCCXw7nWlcKwdXc1__kokCmK6IbUzcSsrylXRa-JmXf3X8dDTdRWyiQMZUw8wtVSZR4nzo1aeXt3XlfLN_qV4RInA19P0r-I/s1600-h/carlos02.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 244px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwluEH2FBYy-ZOHU3PGUrMVBTF0kKfIHPcchBLwRZLCx2LCCXw7nWlcKwdXc1__kokCmK6IbUzcSsrylXRa-JmXf3X8dDTdRWyiQMZUw8wtVSZR4nzo1aeXt3XlfLN_qV4RInA19P0r-I/s320/carlos02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5442639817375445506" /></a><br /><br />El fado más vivo y alegre, con guitarras que repican en alabanza de los festejos populares, regresa en <b>"Bairro Alto"</b>, una inteligente oda al barrio lisboeta que Carlos Simões Neves y Francisco Carvalhinho personifican como participante de uno de los desfiles que recorren sus calles en esta canción que es, sin duda, la más propiamente <i>castiça</i> de todo el disco. Pero una vez más, el aire festivo de "Bairro Alto" da paso a la introspección de <b>"Por morrer uma andorinha"</b>, una letra de Joaquim Frederico de Brito sobre el "Fado Vianinha" en la que la voz poética reflexiona sobre su posición tras la pérdida del amor:<br /><br />Aunque dejaste de ser mía<br />Yo no dejé de ser quien era<br />Por morir una golondrina<br />No se acaba la primavera<br /><br />Como ves, no he cambiado<br />Y ni siquiera estoy triste<br />Conservo el mismo presente<br />Y guardo el mismo pasado<br /><br />Yo ya estaba habituado<br />A que no fueses sincera<br />Por eso ya no estoy a la espera<br />De una ilusión que no tenía<br />Si dejaste de ser mía<br />Yo no dejé de ser quien era<br /><br />Vivo la vida como antes<br />No tengo ni menos ni más<br />Y los días pasan iguales<br />A los días que van distantes.<br /><br /><b>"Canoas do Tejo"</b> es otra de las piezas que normalmente asociamos con la voz de Carlos do Carmo, otra escena lisboeta descrita por Joaquim Frederico de Brito mediante imágenes de gran belleza estética. Las dos primeras estrofas son ejemplares en la presentación de las canoas que surcan el Tajo a través de la personificación y la metáfora:<br /><br />Canoa de vela erguida<br />Que vienes del muelle de la ribera<br />Gaviota que andas perdida<br />Sin encontrar compañera<br /><br />El viento sopla en los bosques<br />El sol parece una fresa<br />Y el Tajo baila con las olas<br />Ensayando un fandango.<br /><br />Joaquim Frederico de Brito también es autor de la letra de <b>"Andorinhas"</b>, tema breve y de gran vivacidad que utiliza la melodía del "Fado Ginguinha" y que Carlos do Carmo interpreta con elegancia y una magnífica dicción. En <b>"Vim para o fado"</b>, Júlio de Sousa nos ofrece su visión personal de lo que significa la vida del fadista, una visión un tanto idealizada pero de indudable efecto poético:<br /><br />Vine al fado y me quedé<br />Soy la cuerda de una guitarra<br />La que más gime y solloza<br />Y en vez de vestir zamarra<br />Uso la sombra de una capa<br />Que me tapa y me destapa<br />Si mi cuerpo se desvanece<br /><br />Si quieres saber de mí<br />Dónde me pierdo encontrado<br />Pregunta a los guardas de la noche<br />Pregunta a las puertas cerradas<br />Pregunta a las mujeres compradas<br />Por el fantasma del fado.<br /><br />El disco se cierra con dos excelentes fados que do Carmo acomete con convicción: <b>"Não se morre de saudade"</b>, escrito también por Júlio de Sousa junto a Alberto Simões Costa, y <b>"Duas lágrimas de orvalho"</b>, una de las letras de Linhares Barbosa más apreciadas por Carlos do Carmo, con música de Pedro Rodrigues dos Santos. Estas dos composiciones, en las que la voz del fadista se eleva sin esfuerzo sobre un acompañamiento ligero y rebosante de clase, sirven para poner punto y final a un disco que constituye uno de los recorridos más satisfactorios por el fado más tradicional de toda la discografía de Carlos do Carmo.<br /><br /><b>Enlaces</b><br /><br />Si queréis escuchar algunos de los fados que se mencionan en este artículo, visitad los siguientes enlaces:<br /><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=RukhDLCFgzk">Carlos do Carmo - Gaivota</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=mDSvNe5VNmk">Carlos do Carmo - Lisboa, menina e moça</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=P-ZJzpDPQw4">Carlos do Carmo - Bairro Alto</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=Yi1zyvjJn60">Carlos do Carmo - Por morrer uma andorinha</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=_yDwZJ2Pf1M">Carlos do Carmo - Canoas do Tejo</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=MLpyx0Guroo">Carlos do Carmo - Andorinhas</a><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju0xYFXgFqYi5kFR-hZ_VDq8O8DHajTIzGymq48DCV4YpMO_6hjrPheS1idANpyzSPYvUCXQz09a8EtlVc5aU9AyQ77s3WWvhGfWsMglyAQOYaU1GFzx0DLmEg6GS63l2Zwm8TEgykZwo/s1600-h/carlos03.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 349px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju0xYFXgFqYi5kFR-hZ_VDq8O8DHajTIzGymq48DCV4YpMO_6hjrPheS1idANpyzSPYvUCXQz09a8EtlVc5aU9AyQ77s3WWvhGfWsMglyAQOYaU1GFzx0DLmEg6GS63l2Zwm8TEgykZwo/s400/carlos03.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5442640352372549250" /></a>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-22640267467705186032009-12-26T14:52:00.020-06:002009-12-30T11:11:33.826-06:00NOCHEBUENA FADISTA: HENRIQUE RÊGO, ALFREDO MARCENEIRO Y "O NATAL DO MOLEIRO"<i>Por Antón García-Fernández</i><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLfpAi_a0W0MNk4Vtx07fhhDZlyxBqF9ztzmu5jN7_SoDziKw5bIyiouFjOrBkWXqfCJ0V8uq7CnWjVKlfjgEnhtIShfz4hvtyW8QWqRJPPOCaw_dMg-vYmRJy9bIXo4cXGAY3kd8dC7k/s1600-h/Moinho.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLfpAi_a0W0MNk4Vtx07fhhDZlyxBqF9ztzmu5jN7_SoDziKw5bIyiouFjOrBkWXqfCJ0V8uq7CnWjVKlfjgEnhtIShfz4hvtyW8QWqRJPPOCaw_dMg-vYmRJy9bIXo4cXGAY3kd8dC7k/s400/Moinho.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5419676622812845458" /></a><br />Si bien el religioso es uno de los elementos tradicionalmente asociados con el fado—baste recordar los muchos poemas fadistas que mencionan celebraciones religiosas como procesiones o que hablan de santos o iglesias—, el caudal de composiciones relativas a las fiestas navideñas es comparativamente menor. En su blog <a href="http://fadocravo.blogspot.com"><i>Fadocravo</i></a>, mi amiga lisboeta Ofélia Pereira ha publicado recientemente una serie de interesantes vídeos con fados de temática navideña muy aconsejables. Pero, sin duda, mi composición favorita para celebrar estas fiestas es "O Natal do Moleiro", grabado por el gran Alfredo Marceneiro, quien también compuso la nostálgica melodía que acompaña al tierno poema de Henrique Rêgo.<br /><br />Podríamos considerar "O Natal do Moleiro" como un fado narrativo, pues su letra desarrolla una historia. En este caso, Rêgo describe tanto a los tres personajes como los breves hechos narrados simplemente a través de pinceladas, con una economía lingüística sorprendente. Las seis estrofas de que está compuesta la letra, sin embargo, están perfectamente estructuradas con objeto de ofrecer esta impresión de parquedad narrativa. La canción se inicia con cuatro versos que presentan la escena (una fría Nochebuena en un lugar perdido), seguidos de otros cuatro en los que se introduce al molinero y a su mujer. La "parca cena" que describe Rêgo nos recuerda la difícil situación económica de los personajes, al tiempo que nos remite indirectamente a la técnica narrativa que ya hemos descrito.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2O5zlofY2bIReVN9JezcnBP5wObz0zkdChlG7p4778IWiXXPvi8igt0rLBq8GeCM34_PNEHXjJdiXtqxoFLItFWw3sLfNcRCihOUm98EmGwMbKY67mM01h11YKplctn-_7ssmPxy3ruo/s1600-h/HenriqueRego.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 195px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2O5zlofY2bIReVN9JezcnBP5wObz0zkdChlG7p4778IWiXXPvi8igt0rLBq8GeCM34_PNEHXjJdiXtqxoFLItFWw3sLfNcRCihOUm98EmGwMbKY67mM01h11YKplctn-_7ssmPxy3ruo/s400/HenriqueRego.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5419676313806985042" /></a><i>El poeta fadista Henrique Rêgo.</i><br /><br />La tercera estrofa introduce al anciano, de cuya existencia sabemos primeramente a través de su voz, y a cuya descripción accedemos a través de los ojos del molinero que lo invita a entrar en el molino y a compartir su mesa. Es obvio que la moraleja del poema es lo más importante para su autor, pues está focalizada en las últimas tres estrofas, y puesta en boca tanto del molinero como del enigmático viejecito: Rêgo, pues, confiere a la piedad y al amor, dos temas típicamente navideños, mayor importancia que a la riqueza. Esos dos elementos son los que caracterizan al molinero y a su morada, y son los que propician la bendición final del anciano. Junto a estos temas, el poema transmite asimismo esa concepción fatalista de la vida tan común en el universo fadista, y la técnica narrativa utilizada por Rêgo, a base de rápidas pinceladas, suscita dudas acerca de la identidad del anciano, figura central de la letra. ¿Quién es en realidad ese "velhinho todo envolto em neve"? ¿Simplemente un personaje extraído de las capas más desfavorecidas de la sociedad? ¿O quizá más bien una figura divina? Una estrofa que Marceneiro decidió no incluir en la versión que grabó nos ofrece algunas pistas que nos pueden ayudar a descifrar esta incógnita (1), pero precisamente en esta indeterminación se encuentra la magia de la letra de Henrique Rêgo, que crea con "O Natal do Moleiro" uno de los fados más clásicos entre los interpretados por Alfredo Marceneiro. A continuación incluyo mi propia traducción al castellano de la letra de este excelente fado:<br /><br /><i>¡Qué Nochebuena más triste y agreste!<br />De nieve se amortajaba el camino<br />El viento silbaba desde el noreste<br />Por las rendijas de la puerta del molino.<br /><br />Sentado a la vieja mesa (2) ya carcomida<br />En donde incidía la luz de una vela<br />El molinero de barba encanecida<br />Con su mujer comía la parca cena.<br /><br />Cerca del molino se oyó de repente<br />Una voz, y el molinero al abrir la puerta<br />Vio a un viejecito todo envuelto en nieve<br />Doblado por el peso de una esperanza muerta.<br /><br />—Entre, peregrino de la desgracia—<br />Dijo el molinero al pálido anciano.<br />—Aquí no hay dinero, pero por fortuna<br />Hay cariño, piedad y pan.<br /><br />Venga a comer y a regalarse a la lumbre<br />Y a festejar el nacimiento del Niño Dios,<br />Pues la vida solamente se resume<br />En la esclavitud impuesta por el destino.<br /><br />Y entonces el viejecito con voz sonora<br />Dijo, llevándose las manos al pecho:<br />—¡Bendito sea por siempre<br />Este molino elegido por Dios!</i><br /><br />Con este post quiero desear a todos los lectores de este blog unas muy felices Navidades y todo lo mejor para el Año Nuevo. Y prometo que en este 2010 buscaré tiempo suficiente para publicar más artículos y actualizar esta página con mayor regularidad. Feliz Natal a todos!<br /><br /><b>Para escuchar "O Natal do Moleiro" en la voz de Alfredo Marceneiro en el blog <I>Lisboa no Guinness</i>, haced click en el siguiente enlace: <a href="http://lisboanoguiness.blogs.sapo.pt/98753.html">Alfredo Marceneiro canta O Natal do Moleiro</a>.</b><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi95GJGTsS5YcpaTJDFEUPcWNmt7e4Av8auD8M7tpbG4l6FY7bTiMIhyOFdCqeCVb4vOcY89CHT_vbwf9djJphi-LpkglBrP28EYllgeXNA4_IoiMwM8cr_1E72_VRpbka6DHqCiUg_-b0/s1600-h/Alfredo+Marceneiro+Frente.JPG.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi95GJGTsS5YcpaTJDFEUPcWNmt7e4Av8auD8M7tpbG4l6FY7bTiMIhyOFdCqeCVb4vOcY89CHT_vbwf9djJphi-LpkglBrP28EYllgeXNA4_IoiMwM8cr_1E72_VRpbka6DHqCiUg_-b0/s400/Alfredo+Marceneiro+Frente.JPG.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5419676851081818978" /></a><br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) Esta última estrofa, que constituye una especie de epílogo a la historia contada en el poema, aparece en el texto de "O Natal do Moleiro" publicado en el número del 27 de diciembre de 1937 de <i>Guitarra de Portugal</i>. Henrique Rêgo tituló el poema originalmente "A Benção de Deus" y esos cuatro versos a modo de epílogo que Marceneiro omite parecen sugerir que el anciano es una figura de índole metafísica. La estrofa en cuestión es la siguiente:<br /><br /><i>Amaneció, y un sol resplandeciente<br />Derritió toda la nieve del camino.<br />El viejo se retiró humildemente,<br />Una bendición cayó sobre el molino.</i><br /><br />Agradezco a Ofélia Pereira el haberme facilitado amablemente una copia del texto del poema publicado en <i>Guitarra de Portugal</i>, que incluyo al final de este artículo.<br /><br />(2) El vocablo portugués <i>mó</i> se traduce al castellano como <i>muela de molino</i>, es decir, el "disco de piedra que se hace girar rápidamente alrededor de un eje y sobre la solera, para moler lo que entre ambas piedras se interpone" (<i>Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española</i>). Sin embargo, he decidido traducirlo aquí como <i>mesa</i> debido a que ésa es la función que tiene la muela en el momento que describe el poema: el molinero y su mujer la están utilizando como mesa para cenar.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiio1wmxpFOQlZ___nyyzGIxkUE86NporAqGegTJSHLZI9v97EutLQoGOvw8mDa1rMlB-QYdPABTFE6pr8GCizpxMFTc96UTVuEo-wsuin44BC7_vnjRrLa-e-RsN8N4DjGW8KMbzk5CsM/s1600-h/Natal.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 164px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiio1wmxpFOQlZ___nyyzGIxkUE86NporAqGegTJSHLZI9v97EutLQoGOvw8mDa1rMlB-QYdPABTFE6pr8GCizpxMFTc96UTVuEo-wsuin44BC7_vnjRrLa-e-RsN8N4DjGW8KMbzk5CsM/s400/Natal.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5420798296991376162" /></a>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-22366554038320298122009-10-07T20:29:00.010-05:002009-10-08T09:57:43.010-05:00GABINO FERREIRA<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9CKd8t44iJ6lgapDUj_IMWYOZMd-rZVwHvw3Po-5MnhtVyyQY3e4zNaV8rL88ZF37nyqBvytlbStDa_tbYZh8KqpHx4alk6lwrUpOY2SbKRh3imG4Ej4Q-yWElDxecaEA_uvVXC_YzHo/s1600-h/gabino01.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 257px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9CKd8t44iJ6lgapDUj_IMWYOZMd-rZVwHvw3Po-5MnhtVyyQY3e4zNaV8rL88ZF37nyqBvytlbStDa_tbYZh8KqpHx4alk6lwrUpOY2SbKRh3imG4Ej4Q-yWElDxecaEA_uvVXC_YzHo/s320/gabino01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390041213555110642" /></a><br /><br />Como digno representante que es de la llamada <i>velha guarda</i>, esa incansable vieja guardia del fado, ese grupo de fadistas preocupados por la preservación de los sonidos y la idiosincrasia del fado tradicional, Gabino Ferreira se ha distinguido siempre por el profundo respeto que ha mostrado por la tradición del fado más castizo y falto de ornamentos innecesarios. En su excelente libro <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i>, Eduardo Sucena no dedica a Gabino el espacio que su categoría dentro de la historia del género merece, pero sí describe a la perfección su estilo al destacar “su bella voz, pura y melodiosa, la excelente dicción y el estilo propio de sus interpretaciones [que] continúan haciendo de él un paradigma del arte de cantar bien el fado” (1). Y, en efecto, pocos fadistas poseen la capacidad innata de Gabino Ferreira para transmitir los diversos y tantas veces contradictorios sentimientos que se esconden en las letras fruto de la pluma de poetas del fado consagrados como Carlos Conde, João Linhares Barbosa o Frederico de Brito. Gabino hace suyo cada poema que canta, utilizando su voz suave y melódica, henchida de nostalgia, como si de un instrumento musical se tratase, conteniendo a ratos la emoción para poco después deslizarla en las notas que más le interesan según lo requiera la letra. Nos hallamos ante un intérprete imponente, de esos que han ayudado a cimentar durante años la historia y la reputación de un género y que en la actualidad se encuentran, por desgracia, un tanto olvidados por el gran público.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic-wa76hvg-imEtPp7GgZV686-0juumT1cqoZP5cojg012H6T9LYKaGso29MK1q-pwzkYOW5pnlWpk7MHvw_PbjIr0LulbLD-cRbGtfH3uwtrfJdCCReSbej2wykaV9J919yGQMDU0SEU/s1600-h/gabino02.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 191px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic-wa76hvg-imEtPp7GgZV686-0juumT1cqoZP5cojg012H6T9LYKaGso29MK1q-pwzkYOW5pnlWpk7MHvw_PbjIr0LulbLD-cRbGtfH3uwtrfJdCCReSbej2wykaV9J919yGQMDU0SEU/s400/gabino02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390038749062763234" /></a><br /><br />Gabino Ferreira nació en 1922 en Oporto, en la parroquia de Bonfim, de donde procede su apelativo de “Miúdo do Bonfim”, un sobrenombre que, a diferencia del de Fernando Farinha (conocido como “Miúdo da Bica”), no le acompañaría durante toda su vida profesional. Como tantos otros, Gabino comenzó a cantar en fiestas de beneficencia hacia mediados de la década de los treinta, pasando poco después a actuar en algunos cafés de su ciudad natal. Seducido por la vida artística, en 1940 tomó parte en el espectáculo <i>Glória a Portugal</i>, una celebración de la nacionalidad portuguesa aderezada con música compuesta por grandes nombres como Armandinho, Joaquim Campos y Fernando Freitas. Al comprender que su futuro profesional no podría fructificar en Oporto, en 1942 decidió establecerse definitivamente en Lisboa, donde fue contratado para cantar en escenarios legendarios como los del Café Luso, el Retiro dos Marialvas y las Adegas Machado y Mesquita. En todos ellos compartió cartel con la flor y nata de la escena fadista, que por entonces contaba con luminarias como Filipe Pinto, Maria do Carmo Torres, el propio Fernando Farinha y Frutuoso França, entre muchos otros.<br /><br />Aunque realizó pequeñas giras por diversas partes de la geografía portuguesa, el mundo de las casas de fado lisboetas siempre le atrajo de forma especial y nunca mostró deseos de regresar a su ciudad natal, prefiriendo actuar en la capital por entender que el ambiente era allí más propicio para el fado. En una entrevista publicada en <i>Guitarra de Portugal</i> a mediados de los años cuarenta, Gabino explicaba con mayor detalle las razones del apego profesional que sentía por Lisboa: “Nadie es profeta en su tierra, como dice el refrán. Oporto, aun siendo una ciudad en la que abundan los admiradores del fado, no cree en el valor de sus hijos sino después de verlos triunfar en otros lados. Ésa es la razón de que la mayoría de los artistas de mi tierra se trasladen a Lisboa”. Para Gabino, ya entonces, el problema de la escasez de oferta fadista en Oporto tenía que ver principalmente con el enfoque de los locales que presentaban fado en directo: “[en Oporto] hay un problema: para poder contratar regularmente artistas de Lisboa, los gastos suelen superar los ingresos. Si sólo presentamos artistas locales, el público no acude [a las casas de fado], y así estamos atrapados en este círculo vicioso que creo que va a ser difícil de superar” (2).<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgazMDKV2zRKNFf0VF5kXORl3jVhpfvnWmppJURJqYffQeLiR_uNGL0Bpa9CtjLp60t0vqJh5SCVzwiHkUzdfKUxGnpheRoDT_Cv4vtLgbXQn6pwhrIUUIlSvYYXa4GOba7DiJ_w0tfOow/s1600-h/1_Setembro_pag1+-+C%C3%B3pia.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 306px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgazMDKV2zRKNFf0VF5kXORl3jVhpfvnWmppJURJqYffQeLiR_uNGL0Bpa9CtjLp60t0vqJh5SCVzwiHkUzdfKUxGnpheRoDT_Cv4vtLgbXQn6pwhrIUUIlSvYYXa4GOba7DiJ_w0tfOow/s320/1_Setembro_pag1+-+C%C3%B3pia.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390038988841375314" /></a><br /><br />Su apuesta por Lisboa no tardó en producir sus frutos, y poco a poco, Gabino fue consolidando su reputación como fadista elegante con un estilo propio enraizado en el terreno del fado más tradicional. Su popularidad lo llevó a tomar parte en el espectáculo <i>Portugal a cantar</i>, presentado en 1946, en el que compartió escenario con Berta Cardoso y en el que se sirvió del acompañamiento de músicos de gran renombre como Francisco Carvalhinho y Acácio Gomes a la guitarra portuguesa, y Martinho d’Assunção y Fernando Reis a la guitarra. Se encontraba entonces en uno de los puntos más álgidos de su carrera, aplaudido por el público y por la crítica y requerido por los más prestigiosos locales fadistas de Lisboa. Y precisamente en ese momento, tomó la abrupta decisión de abandonar el medio artístico para contraer matrimonio con la <i>cantadeira</i> Ana Lala, cambiando los escenarios por una retirada vida familiar y aceptando un trabajo con la compañía telefónica de Portugal.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJYVL7SRyCXdZ49EhVdugetMU5NtLX5jJD5wDQJf_CuV2s8BZ1odZMEtjuIjze3faMeNDhwQ25PheKzPcI5v99QdDiFQx6eXoWl0qcSpTk5j9PO_6Rf8qHxQJ2nCQFrfD6d5jQ0rAw0Jw/s1600-h/gabinomesquita.bmp"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 218px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJYVL7SRyCXdZ49EhVdugetMU5NtLX5jJD5wDQJf_CuV2s8BZ1odZMEtjuIjze3faMeNDhwQ25PheKzPcI5v99QdDiFQx6eXoWl0qcSpTk5j9PO_6Rf8qHxQJ2nCQFrfD6d5jQ0rAw0Jw/s400/gabinomesquita.bmp" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390039317154484002" /></a><i>Gabino Ferreira en la Adega Mesquita junto a Mariana Silva, Estela Alves, Manuel dos Santos y la Tía Adelina, propietaria del local.</i><br /><br />Sin embargo, su amor por el fado le impidió dejar de cantar, aunque a partir de entonces lo hizo de una manera mucho más informal, quizá una de las razones principales que explican el reducido volumen de su legado discográfico. De hecho, sus últimas grabaciones tuvieron lugar a finales de los años setenta: en 1979 fue incluido en un interesante proyecto colectivo titulado <i>Fadistas da Velha Guarda</i>, y al año siguiente editó un disco propio bajo el apropiado título de <i>Fados e saudades de Gabino Ferreira</i>. Algunas de estas grabaciones se encuentran disponibles en el volumen dedicado a él dentro de la serie <i>Fados do Fado</i> (Movieplay, 1998), único CD de Gabino Ferreira existente hasta la fecha. Entre los temas registrados en dichas sesiones hallamos uno titulado “O Fado Está Doente”, cuya letra, escrita por Carlos Conde para una melodía compuesta por el propio Gabino, resume perfectamente su actitud ante quienes desvirtúan el fado tradicional:<br /><br />El fado está enfermo<br />Enfermó el fado<br />Cuando hoy lo visité<br />Me quedé sobresaltado<br />Al verlo triste y solo<br />Con la guitarra al lado<br />En una casa cualquiera<br />Allí en el Bairro Alto<br /><br />El fado está enfermo<br />Es preciso salvarlo<br />Con el gusto del pueblo<br />Y el alma de los fadistas<br /><br />Está muy abatido<br />Y ya ni lo conocía<br />Él, el emperador<br />De la Madragoa,<br />El príncipe de Alfama,<br />El rey de la Mouraria<br />Y, sobre todo,<br />El señor de Lisboa<br /><br />Fadistas de garra,<br />Altivos y bien unidos,<br />Si el fado es algo tan nuestro,<br />Si es grande e inmortal,<br />Nosotros tenemos el deber<br />De luchar por la vida<br />De la más bella canción<br />Que existe en Portugal<br /><br />Son, obviamente, versos cargados de dramatismo, mas su actualidad es indudable treinta años después de ser grabados, y en la voz nostálgica de Gabino Ferreira adquieren significado pleno, pues él ha sido siempre un activo defensor de aquellas características propias del fado que lo definen como estilo musical claramente diferenciado de los demás. Y en su voz, siempre marcada por un intuitivo sentido del lirismo y de la melodía, el fado se convierte, en efecto, en lo que Gabino describe aquí como “la más bella canción que existe en Portugal”. Queda todavía por publicarse una edición seria y completa de sus grabaciones, descuido que no sólo se ha cometido con su obra, sino con la de tantos y tantos fadistas y que es ya un mal endémico del género. Pero cuando algún sello discográfico se decida a hacerlo, nos dará la oportunidad de descubrir el arte incomparable de un intérprete que es una verdadera joya escondida de la música portuguesa.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9hQFAqLoRDZ1XO35Xgmp_LdEf5gyC5On-uYgfGlJCtFZaGETkqUzSbO1gT2NoexNt81Lhvqxfht-MkoajxKciNzCFQhXAWbLfge3UdbirrGwXBKEL92QFr7JTspB0QqBuTMwV7eKgPlU/s1600-h/gabinoCD.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9hQFAqLoRDZ1XO35Xgmp_LdEf5gyC5On-uYgfGlJCtFZaGETkqUzSbO1gT2NoexNt81Lhvqxfht-MkoajxKciNzCFQhXAWbLfge3UdbirrGwXBKEL92QFr7JTspB0QqBuTMwV7eKgPlU/s400/gabinoCD.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390040309628424770" /></a><br /><br /><b>Agradecimientos</b><br /><br />Debo agradecer a mi amiga lisboeta Ofélia Pereira, admiradora confesa de la música de Gabino Ferreira, el haberme facilitado recortes de prensa e información sin la cual este artículo nunca habría sido posible.<br /><br /><b>Enlaces de interés</b><br /><br />Para más información sobre Gabino Ferreira en portugués, así como para ver vídeos de su música, visitad los siguientes enlaces:<br /><br /><a href="http://fadocravo.blogspot.com/2007/06/gabino-ferreira-sempre_05.html">Fadocravo - Gabino Ferreira: Ri Sempre</a><br /><br /><a href="http://fadocravo.blogspot.com/2008/07/gabino-ferreira-alfama.html">Fadocravo - Gabino Ferreira: Alfama</a><br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) Eduardo Sucena. <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i>. Lisboa: Edições Vega, 1992: 229.<br /><br />(2) <i>Guitarra de Portugal</i>. Año XXIV (Segunda serie), No. 6.Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-25490306577455499102009-09-10T17:23:00.010-05:002009-09-10T17:47:01.911-05:00MARIA TERESA DE NORONHA<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdDXig-rFe9P8FgHI7qPg1Q2IPTJ1NTFyhbqdw5dEnOzFSJjPO-Q4pZcxo09pwfFBFXW_wFqxY3t8in_2GGVo-rk90lxAHlmKRXWLgtuj0zazF8egnfI0-9Tv6oJx0A5B3diXO8ckp4c8/s1600-h/noronha01.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 350px; height: 336px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdDXig-rFe9P8FgHI7qPg1Q2IPTJ1NTFyhbqdw5dEnOzFSJjPO-Q4pZcxo09pwfFBFXW_wFqxY3t8in_2GGVo-rk90lxAHlmKRXWLgtuj0zazF8egnfI0-9Tv6oJx0A5B3diXO8ckp4c8/s400/noronha01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379970536817119682" /></a><br /><br />Nacido originalmente en el seno de los barrios bajos, los prostíbulos y las tabernas, y asociado en sus primeras décadas de vida con la delincuencia y la picaresca lisboeta, hacia finales del siglo XIX, el fado había sido adoptado ya prácticamente por todos los estratos sociales, desde las clases trabajadoras a la aristocracia, y se cantaba tanto en las calles y callejuelas como en los teatros y en los más selectos salones de las familias nobles. Esta capacidad del fado para superar barreras sociales se pone de relieve ya en el propio mito fundacional del género, es decir, las relaciones amorosas ilícitas entre la prostituta Maria Severa y el Conde de Vimioso allá por la década de 1840. Esta historia, motivo central de multitud de fados, alguna obra teatral e incluso de la primera película sonora del cine portugués, incide en el poder catártico del fado y en su movilidad a través de las imposiciones de la sociedad. Y por mucho que ésta pueda ser una visión más o menos idealizada o exagerada, no cabe duda de que, a lo largo de las décadas, el fado ha servido unas veces para unir y otras para separar a individuos de diferente procedencia social, hasta el punto de que, llegado el siglo XX, la escena fadista se vio poblada por artistas pertenecientes tanto a las clases populares como a las más privilegiadas.<br /><br />Tanto es así que algunos críticos han convenido en denominar aristocrático a aquel fado cantado por miembros de la nobleza portuguesa (1), si bien esta etiqueta se me antoje equivocada en sus premisas más básicas. Y es que, en sentido estricto, ¿qué es realmente el fado aristocrático? ¿En qué se diferencia del fado que no lo es? ¿Tiene el fado aristocrático alguna característica musical o lírica que justifique que lo etiquetemos como tal? En mi opinión, el fado aristocrático no se diferencia en lo más mínimo del fado que no lo es, excepto por la extracción social de sus intérpretes, algo que, sin embargo, nada tiene que ver ni con su temática, ni con su estructura melódica, ni con su teleología. Se trata únicamente de una etiqueta extramusical, que en nada nos ayuda a caracterizar la esencia de este supuesto subgénero del fado, y que solamente puede ser entendida históricamente dentro del contexto de los muchos intentos de dignificación del fado que han ido teniendo lugar a lo largo del siglo XX.<br /><br />De lo que no hay duda, no obstante, es de esa capacidad que el fado ha demostrado siempre para tender puentes entre diversas clases sociales esencialmente diferentes, y Maria Teresa do Carmo de Noronha es uno de los mejores ejemplos de ello. Aristócrata por nacimiento, vino al mundo en Lisboa en 1918 y se convirtió en Condesa de Sabrosa merced a su matrimonio con José Antonio Barbosa de Guimarães Serôdio en 1947. Se puede decir que la sangre fadista le corría por las venas, ya que algunos de sus antepasados ya habían mostrado inclinación por el fado y su marido era un notable guitarrista y compositor. En un principio, Maria Teresa cantaba sólo por el puro placer de la música, ante audiencias compuestas por su familia y algunos amigos, pero a finales de la década de los 30 pasó a actuar en un programa radiofónico semanal cuya enorme popularidad le aseguró un espacio en las ondas durante más de dos décadas. El escritor Luís Pepe describe de manera elocuente lo que para él supuso presenciar una de sus actuaciones: “Escuchar cantar a Maria Teresa es lo mismo que sentirnos transportados a una región donde predomina la espiritualidad, sin ese regusto tan vulgar de los certámenes del género. Porque ella no se limita a cantar; ella siente y nos muestra su alma tal y como está constituida” (2).<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiezOAykQMi9X8Tkcg9hqXZ8uuHzP1NGYiAOe9il27dUN3AIoyZZYi_Q9RkUEuJY3Da_Z8UWpZkwtlhVE5CYQqxEmIRmZkO6_gFqRZSS8rKYWm2uXvjP5kf3pQiVywj9JkSJJAaWDY8RqY/s1600-h/noronha03.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 240px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiezOAykQMi9X8Tkcg9hqXZ8uuHzP1NGYiAOe9il27dUN3AIoyZZYi_Q9RkUEuJY3Da_Z8UWpZkwtlhVE5CYQqxEmIRmZkO6_gFqRZSS8rKYWm2uXvjP5kf3pQiVywj9JkSJJAaWDY8RqY/s400/noronha03.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379973613645325698" /></a><br /><br />Pese a su gran éxito en Portugal y en el extranjero, llegada la década de los 60, Maria Teresa decidió retirarse del mundo del fado, quizá debido a los deberes que su condición de aristócrata le exigía y que le impedía disponer del suficiente tiempo para presentarse en público de manera regular. Aún así, continuó cantando para sus amigos y familiares y realizó una serie de excelentes grabaciones, llegando a actuar en Londres en una fiesta organizada por la Anglo-Portuguese Society. En el transcurso de este viaje a las Islas Británicas, también participó en un programa emitido por la BBC, así como en la Embajada portuguesa, lo cual demuestra que su popularidad continuaba entonces todavía en alza.<br /><br />Una de las cualidades que diferencian a Maria Teresa de Noronha de otros fadistas y que la acercan a grandes nombres como el de Berta Cardoso es la atención que siempre prestó a la calidad literaria de las letras que elegía para cantar, seleccionando siempre versos de los más celebrados poetas del fado, como António de Bragança o Fernando Caldeira, e incluso haciendo gala de su talento compositivo al escribir algunos de sus propios versos. Este es el caso de “Nosso fado”, un poema en el que reflexiona sobre el papel de las apariencias en las relaciones humanas y la complejidad de algunos de nuestros sentimientos:<br /><br />No juzgues por las carcajadas<br />Las alegrías de nadie<br />Pues a veces encubren<br />Las tristezas que la gente siente.<br /><br />Cuando Maria Teresa interpreta composiciones ajenas, posee una capacidad inigualable para exprimir la emoción que las palabras encierran, desgranando con su perfecta dicción los significados más recónditos de los fados que canta. Por ejemplo, en “Choro cantando”, una excepcional letra de Maria Teresa de Albuquerque sobre música de Alfredo Marceneiro, el fado se nos aparece como medio de escape para la tristeza y la ansiedad que a veces provoca la vida cotidiana:<br /><br />Quien llora su mal aumenta<br />Quien canta el dolor ahuyenta<br />Y corre en busca de la ilusión<br />Por eso por el mundo adelante<br />Quien canta a veces llora<br />El dolor de su corazón<br /><br />Cuando a veces me invade<br />La espina de una nostalgia<br />Que en el pasado se agarra<br />Cantando, incluso sin querer,<br />Consigo la vida prender<br />En las cuerdas de una guitarra.<br /><br />Y otras veces, casi con estoica resignación, su voz melodiosa expresa las paradojas inherentes en toda relación amorosa, como es el caso de “Gosto de ti quando mentes”, letra de João Maria Ferreira do Amaral con música de Manuel Cascais:<br /><br />Me gustas cuando mientes<br />Mintiendo me das cariño<br />La verdad que tú sientes<br />Es desprecio, es mucho peor<br /><br />La verdad que no dices<br />Es desdén, no es amor<br />Y nunca somos felices<br />Sabiendo nuestro dolor<br /><br />Tu desprecio es maldad<br />Finges que me quieres<br />Nunca me dices la verdad<br />Y yo sólo te deseo cuando mientes.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw1vIqHHAKvIv4NUENMx90ylwHLOgohpeu2NqCLU1RJppJwimecIVvzzzamIrj6TyCidpHViYcQ33YVMENAEMn7-WLIXlA4nz3UWRfsX70oLtAjM0fqxvHjejOxZAM5dNHVQvUmTc0JZ0/s1600-h/noronha02.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 286px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw1vIqHHAKvIv4NUENMx90ylwHLOgohpeu2NqCLU1RJppJwimecIVvzzzamIrj6TyCidpHViYcQ33YVMENAEMn7-WLIXlA4nz3UWRfsX70oLtAjM0fqxvHjejOxZAM5dNHVQvUmTc0JZ0/s400/noronha02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379973264527675442" /></a><br /><br />Maria Teresa de Noronha falleció en 1993, pero su legado será siempre eterno, con un estilo muy personal enraizado en los elementos más castizos y tradicionales del fado, un estilo elegante, con un gusto especial a la hora de cantar y con sobrada clase. La gran versatilidad de su voz y su excelente dicción arrancan siempre los sentimientos más ocultos en las letras del fado, que ella trata siempre como poemas y que invariablemente convierte en pequeñas obras de arte. Por desgracia, pocas de sus excelentes grabaciones se encuentran disponibles en CD en la actualidad: el volumen que se le dedicó dentro de la serie <i>Biografias do Fado</i> (EMI-Valentim de Carvalho, 1998) está descatalogado y no es fácil de encontrar, por lo que la reedición de su álbum <i>Fado antigo</i> (Valentim de Carvalho, 1972) es en estos momentos la opción más segura. Una situación deplorable, pues no cabe la menor duda de que Maria Teresa de Noronha es una de las más valiosas fadistas que el siglo XX ha conocido.<br /><br /><b>Enlaces de interés</b><br /><br />En <a href="http://fadocravo.blogspot.com/2008/09/maria-teresa-de-noronha-mataram.html">Fadocravo - Maria Teresa de Noronha: Mataram a Mouraria</a> encontraréis más información en portugués sobre Maria Teresa de Noronha y podréis ver un vídeo de una de sus grabaciones.<br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) Así, por ejemplo, en <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i> (Lisboa: Edições Vega, 1992), Eduardo Sucena dedica a comentar el fado aristocrático un capítulo entero.<br /><br />(2) Luís Pepe. <i>Fado, mulheres e toiros</i>. Lisboa: Livraria Francisco Franco, 1945: 44-45.Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-54539674708926709102009-09-09T23:55:00.010-05:002009-09-10T00:23:42.779-05:00JOÃO LINHARES BARBOSA, EL PRÍNCIPE DE LOS POETAS<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikCR3KJCcJ1EXDR1KI_honB0qi8CeIXrYCDfsJxh7UQ-pbPL_x3hSgRw-5WQJyZHwA_NK4BWvRZJjMCcAIzeSTEUkq1dfMJ9DQiApK-_xXdFWvJNlko7PIcg4ZN5z5t9rMNCKc4u-3Cbg/s1600-h/linhares01.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 213px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikCR3KJCcJ1EXDR1KI_honB0qi8CeIXrYCDfsJxh7UQ-pbPL_x3hSgRw-5WQJyZHwA_NK4BWvRZJjMCcAIzeSTEUkq1dfMJ9DQiApK-_xXdFWvJNlko7PIcg4ZN5z5t9rMNCKc4u-3Cbg/s400/linhares01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379700999407639890" /></a><i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br />A lo largo de las décadas, una parte de la crítica se ha ocupado de desprestigiar las letras del fado, criticando duramente lo que algunos han percibido como una poesía de rango inferior y dudosa calidad literaria. Sin embargo, un análisis más pormenorizado de la producción de los mejores letristas del fado desvela la existencia de un universo poético fadista claramente definido con un bagaje lírico excepcional. Eduardo Sucena ha insistido categóricamente en ello: “La poesía del fado, cuando sea un día debidamente estudiada, sorprenderá a cuantos la han juzgado y la juzgan como una pseudopoesía plagada de lugares comunes”. Así, para Sucena las letras del fado no se limitan a desgranar de manera más o menos ingenua clichés amorosos y nostálgicos, no son meramente vacías reflexiones sobre el destino o la muerte, sino que van mucho más allá. Se trata de poesía popular, sí, pero en manos de sus más inspirados autores, “retrata el medio ambiente en el que fue creada, aporta interesantes datos etnológicos y revela primores de inspiración . . . que poetas mayores no desdeñarían suscribir” (1).<br /><br />Y entre estos <i>poetas del fado</i>, como a veces se les denomina a quienes escriben poemas para ser cantados con acompañamiento de guitarra portuguesa, João Linhares Barbosa es, sin duda, uno de los más destacados. Escritor prolífico y de innegable talento, Linhares Barbosa fue responsable de una importante labor periodística en favor de la divulgación del fado, pero pasó a la historia de la música portuguesa principalmente por sus versos, de una sutileza y una belleza sublimes, que le valieron en vida el título de “Príncipe de los poetas”. No en vano, fue uno de los primeros letristas de fado que se ganó la vida con sus composiciones, y a lo largo de su carrera escribió algunas de las letras más memorables del género, muchas de ellas convertidas ya en clásicos, en temas que todo fadista y aficionado al fado que se precie debe conocer.<br /><br />Por todo ello, resulta un tanto sorprendente que el propio Sucena le dedique tan poco espacio en su excelente libro <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i>, o que sea a veces complicado recabar datos fidedignos acerca de su trayectoria vital y profesional. Sucena lo considera, eso sí, “uno de los más inspirados y prolíficos poetas que el fado ha tenido” (2) y señala la localidad de Monção, en el norte de Portugal, como su lugar de nacimiento. Si bien nació en 1893, no se asentaría definitivamente en Lisboa hasta la década de los años 20, cuando comenzó a escribir poesía bajo los auspicios de Martinho d’Assunção y Domingos Serpa. Su interés por dignificar el fado en unos momentos históricos en los que estaba siendo despiadadamente denostado cristalizaron en 1922, cuando inició la publicación de la revista <i>Guitarra de Portugal</i>, uno de los principales estandartes del periodismo fadista. Desde las páginas de esta y otras publicaciones, Linhares Barbosa llevó a cabo una inteligente defensa de las cualidades musicales y poéticas del fado que supuso un gran paso adelante en la divulgación del género.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBlNnv6HLotzlgDHMBAUJOp3r4aYB3PVXu1O9DAbmdDijyVDWNcGyM2MTJD4GDDnNgzo1ynXImsAHdq6-C0yD6SBgVE49ynE_CxzIlUkLZu-ArIPurlgcTxRn1YkCvEAeIJOlLahJXU-A/s1600-h/Guitarra+de+Portugal_1922_15_Julho_pag+1.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 186px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBlNnv6HLotzlgDHMBAUJOp3r4aYB3PVXu1O9DAbmdDijyVDWNcGyM2MTJD4GDDnNgzo1ynXImsAHdq6-C0yD6SBgVE49ynE_CxzIlUkLZu-ArIPurlgcTxRn1YkCvEAeIJOlLahJXU-A/s320/Guitarra+de+Portugal_1922_15_Julho_pag+1.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379701744587299634" /></a><br /><br />Pero, como ya se ha dicho, junto a su obra periodística, Linhares Barbosa destacó por su genial sensibilidad lírica, por sus magníficos poemas que destilan una emoción a menudo sobria, contenida, que ahondan en los sentimientos humanos más profundos con una aparente sencillez que esconde siempre lo más intrincado de nuestra existencia. Son versos de una musicalidad impresionante, lo que provoca que los percibamos siempre como íntimamente ligados a las melodías sobre las que se construyen. Cuando nos encontramos ante una letra de Linhares Barbosa, la unión de la palabra y la música es siempre indisociable: parece incluso que una no puede existir independientemente de la otra. Un artículo periodístico anónimo sobre su poesía publicado a mediados de los años 50 incide de forma elocuente en las cualidades de su quehacer poético: “De Linhares Barbosa como poeta del pueblo está todo dicho. El colorido de sus acuarelas, la pura traducción de la vida de los barrios populares en lo que tiene de espontáneo y bello, la definición, en cuatro pinceladas, de los sentimientos y emociones más naturales hacen de él, sin duda, el primero en esta cosa tan simple y tan difícil de escribir versos que el pueblo sienta y que el pueblo cante” (3). Como toda buena poesía popular, las letras de Linhares Barbosa esconden tras su apariencia espontánea la innata capacidad de su autor para retratar experiencias vitales a menudo tan difíciles de plasmar con palabras.<br /><br />A pesar de que la vertiente más sentimental y romántica de la producción poética de Linhares Barbosa ha eclipsado a veces otros elementos presentes en su obra, la variedad temática de sus composiciones es notable. Si bien muestra un evidente gusto por relatar historias de marcado dramatismo, al estilo de su “Lenda das rosas”, algunas de sus letras son ejemplos perfectos de la ironía más fina. Así, en la ya clásica “É tão bom ser pequenino”, Linhares Barbosa reflexiona en voz alta sobre la complejidad de la vida y el aislamiento emocional que se experimenta durante la infancia:<br /><br />Es tan bueno ser pequeñito<br />Tener padre, tener madre, tener abuelos<br />Tener esperanza en el destino<br />Y tener quien nos quiera.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM7geB7IKhoaPSsng2l-3V_51vNG1RQUS8T6HYMLIzVKgHFkEVQ_CqYQLxJUS_bmjZJ9QiwBkh5y3XY-GA1TowgZi9YxGu9qKukDisbsSF-wDyCzAdGIBoZ4YJ1Q6AnQD5PQdnpB2ynOc/s1600-h/linhares02.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 265px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM7geB7IKhoaPSsng2l-3V_51vNG1RQUS8T6HYMLIzVKgHFkEVQ_CqYQLxJUS_bmjZJ9QiwBkh5y3XY-GA1TowgZi9YxGu9qKukDisbsSF-wDyCzAdGIBoZ4YJ1Q6AnQD5PQdnpB2ynOc/s400/linhares02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379702209500814034" /></a><br /><br />Otra de sus facultades poéticas más destacadas es la descripción con breves y sutiles pinceladas de una multitud de personajes, reales o ficticios, procedentes de los estratos populares, algo que lleva a cabo sin dificultad en poemas como “O Pierrot”, con música de Alfredo Marceneiro, o el divertido “O leilão da casa da Mariquinhas”, este último compuesto en respuesta paródica al conocido fado “A casa da Mariquinhas”, cuya letra original fue escrita por Silva Tavares y acabó por producir toda una saga de composiciones en torno al castizo personaje de Mariquinhas.<br /><br />Pero el elemento temático que Linhares Barbosa cultivó con mayor acierto fue, sin duda, el de la nostalgia por los tiempos pasados y la ansiedad que el devenir del tiempo y los cambios en las prácticas sociales ocasionan en el individuo. Por ejemplo, en “Lembro-me de ti”, la voz poética se resiste a aceptar los cambios que ha experimentado una muchacha que solía vivir en su aldea tras mudarse a la ciudad. Linhares Barbosa compone un interesante retrato de la muchacha a través de pinceladas veloces pero reveladoras, todo ello realzado por la melancolía que impregna la música compuesta por Alfredo Marceneiro:<br /><br />Yo me acuerdo de ti<br />Te llamabas nostalgia<br />Vivías en un molino<br />En la cima de una colina<br />Zuecos en los pies<br />Pañuelo puesto sin cuidado<br />En ese tiempo eras tú<br />La hija del molinero.<br /><br />Yo me acuerdo de ti<br />Y me quedo aturdido<br />Al verte por la calle<br />Con carcajadas francas<br />Pretendo confundir<br />La piel de tu vestido<br />Con la sedosa lana<br />De las ovejitas blancas.<br /><br />Esta dicotomía entre el medio rural y el medio urbano se pone de manifiesto, asimismo, en “Mocita dos caracóis”, otra letra en la que la ciudad representa todo lo negativo que conlleva el progreso frente a la idílica pureza de la vida campestre:<br /><br />Mocita de los tirabuzones<br />No me dejes, querida mía<br />¿No oyes a los ruiseñores<br />Cantando como héroes<br />La historia de nuestra vida?<br /><br />Tu cabello es hermoso y rubio<br />Con tirabuzones verdaderos<br />En la ciudad ese tesoro<br />Se compra a peso de oro<br />En las grandes peluquerías.<br /><br />Dos años antes de su muerte, acaecida en 1965, Linhares Barbosa recibió un sentido homenaje en el Coliséu dos Recreios, en el transcurso del cual le fue otorgado un galardón a toda su carrera. A día de hoy, una calle de Lisboa lleva su nombre, justo premio para un hombre que dedicó sus esfuerzos artísticos a plasmar en palabras el sentir de los barrios populares, creando una poesía llena de espontaneidad, emoción y expresividad. La mayor parte de sus letras constituyen ejemplos de ese tipo raro de arte que no pasa nunca de moda, han alcanzado la categoría de clásicos y todavía hoy forman parte del repertorio de multitud de fadistas. La ingente obra del "Príncipe de los poetas" no sólo le asegura un lugar de excepción en la historia del fado, sino que lo convierte en uno de los indiscutibles pilares del género.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvXavgnuZjSVNnW9-4SryK4IQ3-vUCfGx7RGGXOnZ1JhXeR2h3MOCY0QEddZzEVIRkCkcYGHHGcADOUtQ6IQekPLfp2YVne9DiUjkY_BZ3XqvkwWzEpazN92IJskyvQVE7JHIf1suECwE/s1600-h/linharescardosoamalia"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 167px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvXavgnuZjSVNnW9-4SryK4IQ3-vUCfGx7RGGXOnZ1JhXeR2h3MOCY0QEddZzEVIRkCkcYGHHGcADOUtQ6IQekPLfp2YVne9DiUjkY_BZ3XqvkwWzEpazN92IJskyvQVE7JHIf1suECwE/s400/linharescardosoamalia" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5379702503646546370" /></a><i>João Linhares Barbosa (en el centro) junto con Martinho d’Assunção, Alberto Costa, Amália Rodrigues, Berta Cardoso y Carvalhinho.</i><br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) Eduardo Sucena. <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i>. Lisboa: Edições Vega, 1992: 263.<br /><br />(2) Sucena, p. 281.<br /><br />(3) <i>A Voz de Portugal</i>, 1 de agosto de 1954.Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-85431393996972517032009-08-27T16:56:00.016-05:002009-08-28T09:17:32.002-05:00FADO LISBOA-COIMBRA 1926-1931: EL FADO EN LOS AÑOS DEL FONÓGRAFO<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsANzZVqN3_mOy3Gim_BD6OqoMQelz-UwXaEO5nHuE8Yisp9PjxCvgh6V6lDxf5gRI9fX7kTvkYcFNA6kc1Cs3fIZRJzoAV_ZKt1MlUU4LzcR08wZoRN_mX2my0sUnjJ_SP8rHKBKnoqQ/s1600-h/fadolisboacoimbra.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 285px; DISPLAY: block; HEIGHT: 243px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374771735276174066" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsANzZVqN3_mOy3Gim_BD6OqoMQelz-UwXaEO5nHuE8Yisp9PjxCvgh6V6lDxf5gRI9fX7kTvkYcFNA6kc1Cs3fIZRJzoAV_ZKt1MlUU4LzcR08wZoRN_mX2my0sUnjJ_SP8rHKBKnoqQ/s400/fadolisboacoimbra.jpg" /></a><br /><br />Llevaba ya un par de meses sin publicar ningún artículo en <i>Guitarras de Lisboa</i>, debido principalmente a mi reciente matrimonio, que tuvo lugar el pasado 18 de julio en Nashville, pero llega hoy el momento de poner fin a este feliz período de inactividad fadista. Hace unos días recibí con gran alegría la noticia de que la pequeña discográfica portuguesa Tradisom, dedicada, entre otras cosas, a una reedición siempre muy cuidada de añejas grabaciones de fado, acaba de reunir en un CD los primeros registros sonoros realizados por Maria Alice a finales de los años veinte y principios de los treinta. Sobre esta agradable noticia podéis leer este magnífico artículo en portugués aparecido en el blog <i><a href="http://soldadodofado.blogspot.com/2009/08/arquivos-do-fado-maria-alice.html">Soldado do Fado</a></i>, que analiza el disco de manera pormenorizada. Esta reedición de la Tradisom me ha traído a la mente una recopilación doble del sello francés Frémeaux & Associés, titulada <i>Fado: Lisboa-Coimbra 1926-1931</i>, publicada en 1998, y me ha dado la oportunidad de desempolvarla y volver a escucharla.<br /><br />Como su título claramente indica, se trata de una colección de grabaciones que se remontan a los albores de la industria fonográfica portuguesa, cuya actividad se encontraba en aquellos años en plena ebullición. Todos ellos son registros de gran importancia para poder comprender la gran riqueza del género ya en los primeros tiempos de su comercialización en forma de disco. Y, de hecho, una de las características más sorprendentes de esta recopilación, que no se centra únicamente en la tradición del fado lisboeta, sino que también vuelve la vista hacia Coimbra, es su marcada variedad estilística. Aquí se dan cita nombres consagrados como los guitarristas Armandinho y Artur Paredes, Alfredo Marceneiro, Maria Alice, Maria Emília Ferreira o Ermelinda Vitória, y otros menos conocidos pero no por ello menos interesantes, como Manuel de Lancastre, el dúo de Maria Mélia y Cardoso Pessoa, João do Carmo o Lucas Junot.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXwjHdGUy9j8JkwhD_mXjLsW3aFBuphz2NDj0_9J3Wp0M_e2v7jkp03zmL5q0Qk9jn6x7YJP8C_T_lrrvApYlE5-fCRG-DZCOYg92Sy8ehgFZwx-LZxmFvJ1hZr-vxDJR24EnQgIkLKpQ/s1600-h/mariaemiliaferreira.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 179px; DISPLAY: block; HEIGHT: 255px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374773485084113266" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXwjHdGUy9j8JkwhD_mXjLsW3aFBuphz2NDj0_9J3Wp0M_e2v7jkp03zmL5q0Qk9jn6x7YJP8C_T_lrrvApYlE5-fCRG-DZCOYg92Sy8ehgFZwx-LZxmFvJ1hZr-vxDJR24EnQgIkLKpQ/s400/mariaemiliaferreira.jpg" /></a><i>Maria Emília Ferreira, una de las artistas más populares de los años veinte y treinta dentro y fuera de Portugal.</i><br /><br />El doble CD atesora, además, algunos cortes verdaderamente singulares, como dos excelentes instrumentales grabados en fecha desconocida por António Martins a la ocarina y titulados “Variações sobre o Fado” y “Fado Foguete de Lágrimas”, que prueban que, instrumentalmente, el fado no se circunscribía únicamente a las guitarras portuguesa y española ya en estos tiempos remotos. En este sentido, el semidesconocido dúo formado por Rico y Álex nos regala incluso dos fados interpretados a la concertina registrados en 1929. La versión de Alberto Ribeiro del clásico “Coimbra”, con acompañamiento de piano y procedente de la película <i>Capas Negras</i>, es otra de las pequeñas joyas de la recopilación.<br /><br />Estructurado de manera más o menos cronológica, <i>Fado: Lisboa-Coimbra 1926-1931</i> nos ofrece también la posibilidad de apreciar poco a poco la rápida evolución y transformación del fado en la era del fonógrafo, recogiendo incluso algún que otro tema de corte más folklórico, como el “Oralilolela” de los ya mencionados Mélia y Pessoa, y también una grabación que introduce un coro acompañando al fadista Salvador Freire. Tenemos aquí también las voces de grandes leyendas como el Dr. Edmundo de Bettencourt, José Porfírio, Adelina Fernandes, Madalena de Melo (miembro del excelente Grupo Artístico de Fados junto a Berta Cardoso y los instrumentistas Armandinho, João da Mata y Martinho d’Assunção) y el actor y cantante Estêvão da Silva Amarante, cuyo “Fado do Garoto dos Jornais” es una verdadera delicia.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMxwB0U1CA4ULubV4uYbmgf8ARFjKJ2867IA8Wo6OKjSCBL0IcTlOb1Ihqp4Sx8_UBTusfXYveyZtvHdJUHuSS5aV6i-19_esDxaQE2pgFu7Sc-6YOCBO5sRfMvDzPfjylHUq7IOSUUc4/s1600-h/estevaoamarante.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 200px; DISPLAY: block; HEIGHT: 301px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374773862563508850" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMxwB0U1CA4ULubV4uYbmgf8ARFjKJ2867IA8Wo6OKjSCBL0IcTlOb1Ihqp4Sx8_UBTusfXYveyZtvHdJUHuSS5aV6i-19_esDxaQE2pgFu7Sc-6YOCBO5sRfMvDzPfjylHUq7IOSUUc4/s400/estevaoamarante.jpg" /></a><i>La voz de barítono del actor Estêvão da Silva Amarante le granjeó un gran éxito no sólo sobre las tablas, sino también en el medio fonográfico.</i><br /><br />La recopilación incluye también un libreto interior con un ensayo en francés e inglés sobre el fado que, pese a su evidente falta de profundidad, es un buen punto de inicio para quienes desean acercarse a estas grabaciones por primera vez. Eso sí, las notas biográficas incluidas se centran solamente en algunos de los fadistas que componen la colección, obviando a los menos conocidos, lo cual rebaja el interés del libreto. Sin embargo, no debemos olvidar que es a menudo complicado recabar información sobre esta época en particular de la historia fonográfica del fado, algo que se pone de manifiesto en las muy incompletas notas acerca de los músicos que participaron en estas sesiones y los años en que tuvieron lugar. Todo ello no opaca, empero, el indudable interés de esta recopilación para cualquier aficionado serio al fado: se trata, sin duda, de un excelente punto de inicio para profundizar en la fascinante historia del género.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYKscSNZA2AgnOG18CAk0gAUnFKOBiMq4lZ0sV9jJNhFTH3lkdk-ZIjSQNCchBbPRoTgHc1FIfAgMFT6zlQRArGqwSpMFXXEE8BGHNPXw6pCaJxaEE3X64oWs8lKmNUHJSAdco6d3MLjc/s1600-h/joseporfirio.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 265px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5374774277036940514" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYKscSNZA2AgnOG18CAk0gAUnFKOBiMq4lZ0sV9jJNhFTH3lkdk-ZIjSQNCchBbPRoTgHc1FIfAgMFT6zlQRArGqwSpMFXXEE8BGHNPXw6pCaJxaEE3X64oWs8lKmNUHJSAdco6d3MLjc/s400/joseporfirio.jpg" /></a><i>José Porfírio, fadista de voz excepcional, conjugó su amor por el fado con los oficios de zapatero y chófer.</i>Unknownnoreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-59767491287346583872009-06-15T16:33:00.014-05:002009-06-16T07:01:22.818-05:00BERTA CARDOSO<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirT5Y-bJ5Rylys-G1FavogLxg0sFZ8HJ2cHY7J6wYD_MjfMOpybL_JyJxezYwB47fpQn7ElZgZLAZSOdhKAASDF4jHmCVHXLU0lj-5IDKUDYxvsQ-DMYoimNkWuKkNUwhIBS2pnHt4AhM/s1600-h/BertaCardoso01.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirT5Y-bJ5Rylys-G1FavogLxg0sFZ8HJ2cHY7J6wYD_MjfMOpybL_JyJxezYwB47fpQn7ElZgZLAZSOdhKAASDF4jHmCVHXLU0lj-5IDKUDYxvsQ-DMYoimNkWuKkNUwhIBS2pnHt4AhM/s400/BertaCardoso01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347680317915518738" /></a><br /><br />La primera mitad del siglo XX supuso una época de cambios significativos en el fado, que dejó de estar asociado con los bajos fondos lisboetas y con individuos de dudosa reputación y dio el salto a los escenarios, al gramófono, a la radio, a la televisión e incluso al cine. Ya lo cantaba Fernando Farinha en su inolvidable “Canção de Lisboa”, también conocida como “Fado Chic”:<br /><br />Hoy el fado ya no tiene<br />La delincuencia por tema<br />Se ha pulido y ya es alguien<br />E incluso ya va al cine<br /><br />Es decir, se revistió de un cierto aire de respetabilidad y su popularidad tanto en Portugal como en el exterior creció enormemente. Además, fue en esos años cuando pasó de ser un arte de carácter mayoritariamente aficionado a abrazar el profesionalismo. Y Berta Cardoso fue una de las figuras más prominentes en esta era dorada del fado que va desde los años treinta a los años cincuenta, protagonista indiscutible de todos estos cambios a través de sus excelentes grabaciones, sus giras por Portugal y por el extranjero y sus apariciones en la radio y en la televisión, así como algún que otro papel cinematográfico.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicU90RQO1LXH1jVN3US2cho52u_v0kLP6B9c6BDpJwmrPrtziYDQZOTxksF0nurDMj7cxaQhWU2nhbq4lBrG3Iy_NMpm0w3OKF2J473tzVJit7Dt5KvSbckBufTeNO9y388NRhAVg1Txk/s1600-h/BertaCardoso02.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicU90RQO1LXH1jVN3US2cho52u_v0kLP6B9c6BDpJwmrPrtziYDQZOTxksF0nurDMj7cxaQhWU2nhbq4lBrG3Iy_NMpm0w3OKF2J473tzVJit7Dt5KvSbckBufTeNO9y388NRhAVg1Txk/s400/BertaCardoso02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347680490848239698" /></a><br /><br />Nacida en 1911 en la parroquia del Sacramento, en Lisboa, la infancia de Bertha dos Santos Cardoso no fue fácil. A los nueve años quedó huérfana de padre y tuvo que pasar su adolescencia en un orfanato, lo cual marcaría su vida y dejaría bien claras sus prioridades: a lo largo de su carrera, Berta rechazaría varios contratos profesionales por considerarlos incompatibles con su vida familiar, que sería siempre uno de los pilares de su existencia. A pesar de que nunca llegó a contraer matrimonio, Cardoso tuvo dos hijos y se preocupó siempre por su educación y su bienestar.<br /><br />A los dieciséis años, Berta realizó su primera aparición en público, cantando acompañada por el legendario guitarrista Armandinho en el Salão Artístico de Fados que era propiedad de éste. Los críticos pronto destacaron el gran talento de la joven fadista, que ya entonces demostraba tener un estilo propio y una gran sensibilidad para el fado. Por ejemplo, en 1941 la publicación fadista <i>Canção do Sul</i> describió una de sus actuaciones en los siguientes términos: “Berta Cardoso no es únicamente una <i>cantadeira</i>. Tiene buena dicción y sabe pisar un escenario. En suma, sabe actuar. . . . En el fado, su estilo continúa siendo rico y pujante. Elevándose sobre la orquesta, su voz llena el escenario, el teatro y el alma de todos nosotros” (1). Cardoso no sólo poseía una voz excepcional, sino que también mostraba aptitudes como actriz, lo cual le abrió las puertas del teatro, donde interpretó papeles importantes en muchas de las revistas de mayor popularidad.<br /><br />En 1931, Berta viajó a Madrid para realizar sus primeras grabaciones para el sello Odeon, acompañada por su inseparable Armandinho y por Georgino de Souza. El éxito de sus primeros discos creó una gran demanda de grabaciones suyas, y hacia finales de la década de los treinta ya se había establecido como una de las artistas más populares del país, lo que le valió un contrato más ventajoso con la editora Valentim de Carvalho. Sus discos, ejemplos insuperables de la gran calidad musical y poética que el fado había alcanzado en su época dorada, siempre disfrutaron de buenas cifras de ventas, incluso en los años cincuenta y sesenta, cuando Berta grababa para Estoril, una compañía con una distribución mucho más reducida.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ71blJUmbksxf-aLGYA8NFYztSGQnoW7XgooUaPzU9ROLn2E4dXDgbGYSc_KZltQ3gpcUvR534L-mqLr2AScwI0ffLJte15co9cbuS0MAO16jDCJW-5fzq7Jp0nSCKSgY_rvIoa7Qpig/s1600-h/BertaCardoso03.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ71blJUmbksxf-aLGYA8NFYztSGQnoW7XgooUaPzU9ROLn2E4dXDgbGYSc_KZltQ3gpcUvR534L-mqLr2AScwI0ffLJte15co9cbuS0MAO16jDCJW-5fzq7Jp0nSCKSgY_rvIoa7Qpig/s400/BertaCardoso03.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347680707669379154" /></a><br /><br />La radio constituyó un eficiente medio de difusión para el fado en las décadas de los cuarenta y cincuenta, unos años en los que la voz de Berta Cardoso fue una presencia constante en las ondas, aprovechando sus continuas apariciones radiofónicas para promocionar giras que la llevaron a España, Brasil, África y las colonias portuguesas. Con la llegada de la televisión a Portugal alrededor de 1957, Cardoso inició una serie de actuaciones en la pequeña pantalla que se extenderían hasta su retirada definitiva en 1982. También el cine requirió sus servicios, y en 1940, Berta consiguió un papel en la película <i>Feitiço do Império</i> (<i>Hechizo del Imperio</i>), film dirigido por António Lopes Ribeiro que, como su título indica, no era más que un vehículo propagandístico del régimen de António de Oliveira Salazar. Aunque Cardoso nunca será recordada por sus apariciones en la gran pantalla y sí por su trabajo sobre las tablas, la película obtuvo un gran éxito y en ella, la fadista compartió cartel con Alfredo Marceneiro, así como con luminarias del cine portugués de la época como Francisco Ribeiro, Luís de Campos e Isabela Tovar.<br /><br />La década de los cincuenta trajo años difíciles para Berta en el plano personal. Su madre, que había vuelto a su lado pasada la adolescencia, falleció en 1951, y ocho años después su hijo Humberto murió de manera trágica en Mozambique. Su situación personal la obligó a ir abandonando paulatinamente el teatro para centrarse en sus actuaciones en las casas de fado lisboetas, donde además de interpretar sus temas clásicos, demostró un especial talento para la imitación burlesca de otros fadistas, realizada siempre desde el más profundo respeto. Este respeto se extendía también a su público, a juzgar por su enorme profesionalismo y su obsesión por mantener la calidad poética de sus letras, así como por renovar constantemente su repertorio. En sus propias palabras, “cualquier artista tiene siempre una necesidad constante de renovar su repertorio. . . . Claro que siguen pidiéndome mis antiguos éxitos, no sólo el público . . . sino también las companies discográficas. Sin embargo, eso no basta. No me gustaría que me acusasen de estar cansando al público, y por eso procuro, dentro de lo posible, una cierta renovación de mi repertorio” (2). Así pues, no es extraño que su público jamás le diese la espalda ni que algunos de los mejores poetas del fado, como João Linhares Barbosa, Armando Neves, Joaquim Frederico de Brito o Luís da Silva Gouveia, fuesen los autores de muchas de las mejores letras que su voz popularizó.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsVIKpPmMILWEPwK9aBYyFmmQZEVt2jBdKGuTQ0BVmKoGJv8frvS84th6o46OiDnISFsc4GDgofN6RPbkmOhVrtQfUXLDusNT8Tli-SB6QHBvRv6gBUjMOAUb3P02RTHNIZkwk0WgyA-I/s1600-h/BertaCardoso04.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsVIKpPmMILWEPwK9aBYyFmmQZEVt2jBdKGuTQ0BVmKoGJv8frvS84th6o46OiDnISFsc4GDgofN6RPbkmOhVrtQfUXLDusNT8Tli-SB6QHBvRv6gBUjMOAUb3P02RTHNIZkwk0WgyA-I/s400/BertaCardoso04.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347681121441042434" /></a><br /><br />Berta Cardoso nos dejó en 1997, tras habernos regalado una carrera larga y exitosa, marcada por algunas de las mejores grabaciones de la historia del fado. Es ciertamente lamentable que la mayor parte de dichos registros sonoros continúen inéditos en CD, pero esperemos que en un futuro alguien se preocupe de reeditarlos como merecen. En mi opinión, no cabría mejor homenaje que ése a esta “fadista con lágrimas en la voz” (3), columna vertebral de la evolución del fado a lo largo del siglo XX.<br /><br /><b>Enlaces de interés</b><br /><br />Para más información sobre Berta Cardoso en portugués e inglés, visitad la excelente página web <a href="http://www.bertacardoso.com">BertaCardoso.com</a>, preparada por mi amiga Ofélia Pereira, en la que encontraréis canciones, fotografías y datos biográficos. Los siguientes enlaces os dirigirán a una serie de interesantes vídeos de fados interpretados por Berta Cardoso:<br /><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=dBIAuzZe3hw">Cinta Vermelha</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=kNIo0FLdITU">Noite de São João</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=O4Xs2rl-WbM">Lés a Lés</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=rB1MAAB48OQ">Fado do Marinheiro - con Márcia Condessa y Maria Clara</a><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=ahAq1_2Qiow">Olhai a Noite</a><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7iOgFUmmd3gcIcX4wnWjnBU7dQpueEI9MjjItQHYLkDSxqWOEIzH7KVo-jIIOs5re4KFWDP_DVvYewZM53Ob8P0RZDE4uzty-IQlyZf7W6XbwBxD8vzg_OISCkD4taBif4C8XnGTqXyo/s1600-h/BertaCardoso05.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7iOgFUmmd3gcIcX4wnWjnBU7dQpueEI9MjjItQHYLkDSxqWOEIzH7KVo-jIIOs5re4KFWDP_DVvYewZM53Ob8P0RZDE4uzty-IQlyZf7W6XbwBxD8vzg_OISCkD4taBif4C8XnGTqXyo/s400/BertaCardoso05.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347680946526906434" /></a><br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) <i>Canção do Sul</i>. Año 19, Número 287. 1 de diciembre de 1941.<br /><br />(2) ”Vida artística: Berta Cardoso, uma voz que continua a ouvir-se na noite de Lisboa.” <i>Diário de Notícias</i>. 23 de junio de 1973.<br /><br />(3) Este sobrenombre se lo confirieron sus compatriotas portugueses pero fue especialmente popular en Brasil. Vid. <i>Berta Cardoso, 1911-1997</i>. EGEAC / Museu do Fado, 2006: 30.Unknownnoreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-30087241305061018692009-06-11T17:33:00.012-05:002009-06-12T13:29:57.216-05:00ALFREDO MARCENEIRO<i>Por Antón García-Fernández.</i><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1j1g86fgHJKphemljEb7J71NLAi7wQtX99WvFKuTIZoVtFaU-A1y8WoqdR_QC-W6tQoCO1OIxtLj6SsB-x1607yAoZJ1VQpiNaY-hu40BB6MsEiuQOb5I6feww9Owg5SpTVHwtoCZqFw/s1600-h/marceneiro01.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1j1g86fgHJKphemljEb7J71NLAi7wQtX99WvFKuTIZoVtFaU-A1y8WoqdR_QC-W6tQoCO1OIxtLj6SsB-x1607yAoZJ1VQpiNaY-hu40BB6MsEiuQOb5I6feww9Owg5SpTVHwtoCZqFw/s320/marceneiro01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5346271265276644994" /></a><br /><br />No podía iniciar <i>Guitarras de Lisboa</i> sin homenajear al que, sin duda, es mi fadista favorito: Alfredo Duarte, conocido como Marceneiro debido a su profesión de ebanista que durante años conjugó con su devoción por el fado. Marceneiro no es únicamente una leyenda del fado, sino que es una figura imprescindible al analizar la evolución del género durante el siglo XX, así como para poder comprender lo que el fado es hoy en día. Él fue uno de los primeros fadistas en preocuparse por su imagen y su indumentaria, fue él quien puso de moda la costumbre de cantar a media luz, de pie ante los músicos que lo acompañaban, creando así una atmósfera más intimista, casi mística. De esta manera, Marceneiro se destacó por promover la profesionalización del medio fadista, compuesto hasta su aparición mayoritariamente por cantantes aficionados. A pesar de que su voz, un tanto ronca y tenue pero marcada por un sutil dramatismo, nunca se caracterizó por su potencia ni por su versatilidad, Marceneiro fue capaz de crear un estilo propio inmediatamente reconocible que influyó en la mayor parte de los fadistas que le siguieron. Como él mismo decía, “no es la voz lo que más interesa en el fado, sino saber recitar bien, dividir los versos y marcarlos con intención” (1).<br /><br />Sin embargo, el primer amor de Alfredo Marceneiro no fue la música, sino el teatro. Nacido en 1891 en la parroquia de Santa Isabel, en Lisboa, adonde sus padres se había mudado en busca de mejores perspectivas laborales y económicas, el pequeño Alfredo pronto mostró interés por el teatro, actividad que acabaría por abandonar en favor de la música. El también fadista Júlio Janota lo animó a que aprendiese el oficio de ebanista arguyendo que de este modo podría tener más tiempo libre para dedicarlo al fado. En esta época, a principios del siglo XX, era muy común que los fadistas fuesen conocidos por motes: Alfredo adoptó el de <i>marceneiro</i> en referencia a su profesión, un sobrenombre que jamás abandonaría y que ya es sinónimo de fado. Desde un principio resultó evidente que Marceneiro poseía el don de la improvisación y su fama como cantante y compositor pronto le granjeó un contrato de grabación. Los discos de pizarra que registró para el sello Valentim de Carvalho allá por 1930 son hoy en día piezas de museo codiciadas por los coleccionistas (2).<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMAIwnijQDc3cK5rOT8l7vDQ-BRtaiIMlMNkTTJGtjcJbpKgDGkVI43jVBuF0s4A_dmsmJF_1qjTMVuuqXLdN-k9pBGimPphZ7-7AtXcez_4zOIka5MeMLd-mg2zVVGiT7ZqLIImsUFfQ/s1600-h/marceneiro02.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMAIwnijQDc3cK5rOT8l7vDQ-BRtaiIMlMNkTTJGtjcJbpKgDGkVI43jVBuF0s4A_dmsmJF_1qjTMVuuqXLdN-k9pBGimPphZ7-7AtXcez_4zOIka5MeMLd-mg2zVVGiT7ZqLIImsUFfQ/s320/marceneiro02.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5346271480601753346" /></a><br /><br />A pesar de la gran calidad de todas las grabaciones que realizó a lo largo de los años, Marceneiro nunca concedió demasiada importancia a sus discos, que, por supuesto, fueron siempre muy bien recibidos por la crítica y por el público. Él entendía el fado más como algo que simplemente ocurría y que no podía ser capturado en todo su esplendor y complejidad en los surcos de un disco. Según él, para que el fado “acontecíese” era necesario el contacto directo con el público en las casas de fado lisboetas, donde se sentía a gusto entre sus amigos y admiradores. Entonces, cuando éstos le solicitaban que cantase “um fadinho”, Alfredo se ponía en pie y, con un aire de fingida seriedad en su rostro, desgranaba las letras de algunos de sus clásicos, haciendo las delicias de todos los presentes. Era allí, en el corazón de su querida Lisboa, donde más le gustaba cantar, y debido a su reticencia ante los vuelos transoceánicos, rechazó varias invitaciones para cantar fuera de Portugal, donde también tenía un gran número de seguidores. Eso sí, hacer la ronda de las diversas casas de fado de Lisboa se convirtió en una suerte de ritual con el que cumplió religiosamente casi hasta el día de su muerte.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG-aerI8AWWbmw-z7vEmAF2jKbFtbTxspXhmvQLVYN_OJAlQS8FaDcME7ZyLVqj6sfCx661_G-dqFiIYVVDLu1YDCyU0NMQGwM6xUMMkuuCbho55cF2A21OY8AKm-5whhf8hierVurhyg/s1600-h/marceneirobarbosacardoso.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG-aerI8AWWbmw-z7vEmAF2jKbFtbTxspXhmvQLVYN_OJAlQS8FaDcME7ZyLVqj6sfCx661_G-dqFiIYVVDLu1YDCyU0NMQGwM6xUMMkuuCbho55cF2A21OY8AKm-5whhf8hierVurhyg/s400/marceneirobarbosacardoso.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5346272337167149954" /></a><i>Con el poeta João Linhares Barbosa y la fadista Berta Cardoso en O Faia en 1953.</i><br /><br />Pero el enorme éxito de que Marceneiro disfrutó como intérprete no debe eclipsar su faceta de compositor. De hecho, la mayor parte de su repertorio estaba constituido por temas propios para los que algunos de los mejores poetas del fado, como Silva Tavares, João Linhares Barbosa, Armando Neves o Gabriel de Oliveira, escribieron magníficos versos. A dichas colaboraciones, que suelen alcanzan una perfecta conjunción de letra y melodía, se deben clásicos como “Há Festa na Mouraria”, “A Casa da Mariquinhas”, “Senhora do Monte”, “Eu Lembro-me de Ti” o “A Minha Freguesia”, en las que se celebran, entre otras cosas, lugares y tradiciones lisboetas y motivos típicos de la iconografía fadista. Todos estos temas son considerados hoy en día estándares del fado y se encuentran en el repertorio de todo fadista y guitarrista que se precie. Cuando Marceneiro los introdujo, solía estar acompañado por grandes instrumentistas, como Armandinho, Jaime Santos, Fontes Rocha o Raúl Nery, a quienes siempre consideró esenciales a la hora de crear el estilo que le caracterizaba.<br /><br />La muerte se lo llevó en 1982, a los 91 años de edad, tras haber pasado sus últimos años en su Lisboa natal, rodeado de su familia, sus amigos y su mujer Judite, con quien llevaba conviviendo ya casi treinta años. Terminaba ahí la trayectoria vital de un hombre que dedicó su vida entera al fado y sin el cual el género quizá no habría evolucionado exactamente del modo en que lo hizo. Pero su legado es eterno, y tras una carrera verdaderamente ejemplar, su influencia se deja sentir prácticamente en todos los fadistas que le siguieron. Alfredo Marceneiro es, por derecho propio, el auténtico patriarca del fado.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnfRyelC4DapOyAdPdRDn3jtFFXTbkGP8B_w1sh3_D0YNcW8nYpoHPDrUS9q0_TICZQlpgRfyArdzA7aaERfBswN3sbUlN8B9PJfist2WGK_FCcNRqvhC4HTmvgfHQs1CEq0RrwMMoem0/s1600-h/marceneirovivo.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnfRyelC4DapOyAdPdRDn3jtFFXTbkGP8B_w1sh3_D0YNcW8nYpoHPDrUS9q0_TICZQlpgRfyArdzA7aaERfBswN3sbUlN8B9PJfist2WGK_FCcNRqvhC4HTmvgfHQs1CEq0RrwMMoem0/s400/marceneirovivo.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5346271896791399794" /></a><i>Alfredo Marceneiro cantando en una casa de fado.</i><br /><br /><b>Enlaces de interés</b><br /><br />En <a href="http://www.alfredomarceneiro.com">AlfredoMarceneiro.com</a> y <a href="http://fadocravo.blogspot.com/2008/05/alfredo-marceneiro-viela.html">Fadocravo - Alfredo Marceneiro: A Viela</a> encontraréis más información en portugués sobre Alfredo Marceneiro, con videos, fotografías y letras. El blog <a href="http://lisboanoguiness.blogs.sapo.pt">Lisboa no Guinness</a>, dirigido por Vítor Duarte, nieto de Marceneiro, también contiene una gran cantidad de información sobre la vida y la carrera de su abuelo.<br /><br /><b>Notas</b><br /><br />(1) Eduardo Sucena. <i>Lisboa, o fado e os fadistas</i>. Lisboa: Edições Vega, 1992: 240.<br /><br />(2) Algunas de estas pioneras grabaciones están recogidas en el CD <i>Fado: Lisboa – Coimbra 1926-1941</i> (Frémeaux & Associés, 2003), que también incluye interesantes notas en francés e inglés.Unknownnoreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-4068026650175655576.post-32846631249719167292009-06-08T11:28:00.000-05:002009-06-08T12:23:48.985-05:00Comentarios preliminares<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfOLEzUglHIA2tFMF8d04fm5GnJO9HMpR4rrmc4FvGI_cEUYLRTTHDOAchTGkKV1WAEtxEllogDgArsrBqhZsX_3VZTpCgk5gbsf_F5FFVL81JgaPokBYIVqEbLgMeoqb86CDsgCJlJEw/s1600-h/GuitarraPortuguesa.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: undefinedpx; height: undefinedpx;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfOLEzUglHIA2tFMF8d04fm5GnJO9HMpR4rrmc4FvGI_cEUYLRTTHDOAchTGkKV1WAEtxEllogDgArsrBqhZsX_3VZTpCgk5gbsf_F5FFVL81JgaPokBYIVqEbLgMeoqb86CDsgCJlJEw/s320/GuitarraPortuguesa.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5345004769181101954" /></a><br /><b>El fascinante mundo del fado</b><br /><br />Pese a la notable popularidad de que durante mucho tiempo gozó—y de que todavía goza en la actualidad—el fado en España, he podido constatar con sorpresa que en internet existen muy pocas páginas acerca de este estilo musical escritas en español. Asimismo, la bibliografía fadista en castellano es muy reducida, y el aficionado español debe contentarse con el ingente número de libros publicados en portugués y algún que otro título francés si desea recabar información acerca del fado. El excelente cuaderno de notas fadista de mi amigo Jaume, titulado <a href="http://defado.blogspot.com"><i>Defado</i></a> y publicado en catalán es, en mi opinión, una de las mejores páginas web producidas en una lengua del Estado español. También deseo hacer mención especial al blog en portugués de mi amiga lisboeta Ofélia, <a href="http://fadocravo.blogspot.com"><i>Fadocravo</i></a>, en el que demuestra semana a semana su amor por el fado y a través del cual realiza una labor inigualable de preservación del legado musical, visual y periodístico de la historia del fado. El presente blog que estáis leyendo, pues, tiene como objetivo principal llenar modestamente este vacío existente en las publicaciones digitales en lengua castellana acerca del fado.<br /><br />Para ello, a lo largo de los meses publicaré una serie de artículos que se centrarán en la historia del fado, en sus diferentes estilos, en los textos literarios que conforman sus letras, en sus intérpretes de mayor renombre y en sus grabaciones más destacadas. Mi intención es crear un blog que sirva como fuente de información en español acerca del fado y que me permita ahondar en la riqueza musical y poética y en la ya longeva historia de esta fascinante forma musical. Así, <i>Guitarras de Lisboa</i> nace como extensión de mi blog en inglés <a href="http://fadous.blogspot.com"><i>All This Is Fado</i></a>, mas no será únicamente una mera traducción de éste. En ocasiones traduciré al castellano algunos de los artículos ya publicados en inglés, pero en general, mi idea es escribir nuevos artículos que no se encuentren ya en <i>All This Is Fado</i>.<br /><br />Al haber nacido en la ciudad gallega de Vigo, a pocos kilómetros de la frontera con Portugal, la cultura portuguesa ha sido siempre una parte importante de mi vida, y el fado ha desempeñado un papel central en mi interés por todo lo portugués. Recuerdo que mi abuela siempre me ha contado que mi difunto bisabuelo, a quien nunca llegué a conocer, perdía horas de sueño por ver actuaciones de fado en la televisión, para lo que requería silencio absoluto en la casa. "Silencio, que se está cantando fado", como reza el dicho popular. Y aunque crecí escuchando otros tipos de música—rock, country, jazz, música francesa—, en los últimos años el fado se ha convertido para mí en una verdadera obsesión.<br /><br />Por ello, si consigo que alguno de vosotros se interese por el fado a través de <i>Guitarras de Lisboa</i>, me sentiré más que recompensado por mi trabajo. Si tenéis algún tipo de comentario acerca de alguno de los artículos que aquí se incluyen, por favor, dejad vuestras impresiones en el blog y estaré encantado de responder y entrar en contacto con vosotros.<br /><br />Saludos fadistas,<br /><br />Antón García-Fernández<br />Nashville, Tennessee.Unknownnoreply@blogger.com10